El triatleta totanero, ya recuperado de una grave lesión, ve más cerca la plaza para los Juegos Olímpicos de París tras sus buenos resultados en las pruebas de Hungría y Sunderland.
Sergio Baxter vuelve a sonreír. El triatleta totanero sueña con estar en los Juegos Olímpicos de París y cumplir su sueño de la infancia. Tras fracturarse el fémur y pasar un calvario en la recuperación, Baxter exhibió su poderío en Hungría con el segundo puesto en la prueba de la Copa del Mundo de Tiszaujvaros sorprendiéndose a sí mismo: "Cuando acabé, no me lo creía, era mi regreso a la competición y conseguí mi segundo mejor resultado en una Copa del Mundo, no entendía qué acababa de pasar".
El murciano había estado sin competir desde noviembre y reconoce haberlo pasado mal: "Había tenido lesiones antes, pero nunca me había visto en la situación de plantearme seriamente si iba a poder volver a competir y seguir con mi carrera deportiva, recuerdo que un día estaba con mi madre y le planteaba que si no podía vivir del triatlón, tenía que ir buscando otro trabajo".
Baxter, de 22 años, extrae aprendizajes de este proceso: "Ha sido serio, pero he salido de esto, me ha hecho más fuerte, el deporte está lleno de altibajos físicos y mentales; tengo que aprender a conocer mi cuerpo para saber cuándo tengo que echar el freno, si me mantengo sano y tranquilo los resultados vendrán solos".
El totanero vive estos momentos "con una sensación de euforia, sonrío de nuevo, me encanta competir y ya estoy de vuelta, si además acompaño el regreso con grandes resultados, aún sabe mejor". Y París aparece en el horizonte: "No quiero hablar demasiado alto, pero veo bastantes posibilidades, hay muchos españoles luchando por esos puestos, para nada la plaza está asegurada, me encuentro bien y ojalá pueda conseguirlo".
