El club catalán ha sido el único que ha acudido a la llamada de la entidad grana, que quiere cancelar cuanto antes el concurso de acreedores abierto por Jesús Samper en 2009.
GREGORIO LEÓN
El Real Murcia dio el pasado 4 de abril un paso definitivo para cancelar su situación concursal. A través del Boletín Oficial de la Región de Murcia, instó a los acreedores sin acuerdo con la entidad grana a que comunicaran, en un plazo máximo de diez días, cuenta para hacer la transferencia de la deuda, titularidad de la cuenta y estar al corriente con la Seguridad Social y con Hacienda.
Acabo el plazo, solo ha habido un club que ha reclamado un pago supuestamente pendiente, cifrado en 50.000 euros. Se trata del Terrassa, que a través de su abogado ha hecho la reclamación formal al Real Murcia. Pero no ha logrado aportar toda la documentación requerida, y su derecho ha podido decaer por un hecho que sentó un precedente histórico en el fútbol español: la venta de la primera unidad productiva.
El Terrassa FC, acorralado por una deuda que se acercaba a los 3 millones de euros, desapareció en 2009, saliendo a subasta la unidad productiva. El Juzgado de lo Mercantil de Barcelona aprobó la operación, pero concediendo los derechos a una sociedad limitada, no a una SAD, en una decisión controvertida en términos judiciales. Eso provocó el nacimiento del Terrassa Olímpica, que pudo competir en Segunda "B", que se aprovechó del vacío legal existente y que pudo jugar en dicha categoría pagando solo la cuota de participación.
Ahora, las particularidades de este caso insólito parecen favorecer los intereses del Real Murcia, que tendría razones legales para no pagar al Terrassa los 50.000 euros que reclama.
