El presidente del Jimbee prepara entrevista para la próxima semana con Francisco Belmonte, a fin de negociar la adquisición del club albinegro.
GREGORIO LEÓN
Están lejos, pero no tanto como hace unas semanas. No es una fantasía. Ni una ficción novelesca. La posibilidad de que Miguel Ángel Jiménez Bosque compre el Cartagena va cogiendo temperatura. Ya ha habido sondeos previos. Un intermediario del presidente del Jimbee se reunió con Andrés López, abogado del Cartagena, quien le transmitió las condiciones por las que el club sería transmitido por Duino Inversiones.
La cifra inicial de venta, de 14,5 millones de euros, ha sido rebajada. Pero el nuevo planteamiento de once/doce millones queda aún lejos de los siete ofertados inicialmente por Jiménez Bosque, y llegar a un punto de encuentro va a ser complicado, y requerirá de concesiones por ambas partes. En el ámbito personal, su relación es mala. Pero eso no será obstáculo para sacar adelante el negocio. Las malquerencias van a quedar a un lado, siempre y cuando Duino sitúe la cifra por debajo de los once/doce millones y Jiménez Bosque eleve los siete de partida.
Para esta semana las partes trabajaban en un encuentro, a celebrar jueves o viernes. Pero compromisos ineludibles del presidente del Jimbee mueven la reunión a la próxima. Ese es el propósito de Jiménez Bosque, quien sabe que el tiempo es un factor que opera en contra la salvación del Cartagena. Si entrara en enero, haría todo lo posible para voltear la situación actual del equipo, a nueve puntos de la salvación. Hay que cortar la hemorragia de inmediato, antes de que el Cartagena se desangre. Y hay que hacerlo a golpe de fichajes. Y si no es factible acceder ahora a la propiedad del club, a Jiménez Bosque le aparecería una segunda posibilidad: hacerlo más adelante, con el equipo salvado, o descendido (a un precio menor). El dirigente melonero no quiere dar ningún paso en falso. Quiere comprar el Cartagena, pero no a cualquier precio, ni con cualquier condición. Y debe examinar con cautela las cuentas del club para saber a qué se enfrentaría para el caso de que lograra que Duino se lo vendiera. Economistas y técnicos deberán analizar con lupa la situación contable del Cartagena. Comprar, sí; comprar a lo loco, no.
Mantendría su apuesta por el fútbol sala
Para el supuesto de que Jimbofresh adquiriera el paquete accionarial mayoritario del Cartagena, la entrada en el fútbol no supondría en absoluto desatender al fútbol sala. El Jimbee es un inquietud y preocupación máximas, y el club al que Jiménez Bosque consagra todos sus esfuerzos. En plena crecida, campeón de Liga y candidato a ganar la Champions, es el niño mimado de la empresa. Y lo seguiría siendo. Gracias a este equipo de fútbol sala la empresa ha conseguido una notoriedad mundial, proyectando la imagen de empresa ganadora.
