Vinicius, autor de tres goles, fue la estrella del partido. Rodrygo anotó el cuarto de los blancos. Lewandowski firmó el gol del Barça.
GREGORIO LEÓN
Una exhibición colosal de Vinicius propició que el Real Madrid se lleve la Supercopa de España. El Barcelona no encontró antídoto contra el brasileño, autor de tres goles, y héroe de la noche de Riad. El Madrid reina en el desierto.
Madrugó el gol. A los siete minutos Vinicius ya había colocado el 1-0 en el marcador. Y aprovechándose de la fragilidad de la defensa azulgrana, temerariamente adelantada, también firmó el 2-0. Un comienzo inopinado para una final que empezaba con el Barça desbordado, inerme ante el Madrid. Pero el equipo de Xavi Hernández reaccionó. Poco a poco fue ocupando espacios y con movimientos de aproximación fue encajonando a su enemigo. Fue así como Lewandowski, con un disparo potente, transformó el 2-1. Regresaba toda la emoción al clásico. Y sin embargo, un penalti de Ronald Araujo a Vinicius permitió al brasileño hacer el 'hat-trick'.
El Barcelona intentó reaccionar en la segunda mitad. Pero sus posesiones fueron inocuos, y por contra, el Madrid sacaba su veneno. Rodrygo hizo el 4-1. El panorama fue aún más diáfano cuando Araujo vio la segunda tarjeta amarilla. La historia de la final ya estaba escrita. Y el campeón, decidido. El primer título del año tiene color blanco.
