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La nueva Era Jimbee

El equipo melonero rompe la hegemonía de Inter, ElPozo y Barcelona, y se apresta con una plantilla muy joven a dominar el fútbol sala español durante los próximos años.

GREGORIO LEÓN
21 ENE 2025 - 17:40
Jimbee
El Jimbee, celebrando su último título. Foto: LNFS

GREGORIO LEÓN

No es que se haya producido el 'sorpasso' en el fútbol sala regional, con el Jimbee relegando a un segundo nivel a ElPozo, dominador durante décadas, sin oposición alguna. Es que ha adelantado a los otros dos clubes del mismo linaje y rango aristocrático: el Barcelona y el Inter. Le han bastado seis años para desordenar el orden jerárquico instaurado secularmente en este deporte. No ha llamado a la puerta. la ha tirado abajo. A base de prueba-error, el club que preside Miguel Ángel Jiménez Bosque se ha elevado a la categoría de mejor equipo de España.

Los números son muy elocuentes. Y no son discutibles. El Jimbee ha ganado tres de los últimos cuatro títulos nacionales (dos Supercopas, y la joya de la corona, la Liga). El curso pasado alcanzó la gloria tras reducir, de forma consecutiva, al Inter, al Barça y a ElPozo, en un recorrido triunfal hasta la final liguera. Ni siquiera el Barcelona, con su presupuesto de cuatro millones y medio de euros, ha sido capaz de presentar batalla a los cartageneros, que no llegan a los dos millones. Además de inclinarse en el Olivo Arena (2-1), cayeron en las semifinales de la Liga y este sábado, en la Supercopa. El Barça no tiene antídoto contra el Jimbee. Ni ElPozo. Ni el Inter. Su mordedura es mortal. 

Duda, el maestro

El dinero de Jiménez Bosque; el magisterio, de Duda. Después de algunas probaturas, el presidente del Jimbee dio con la persona ideal para poner proa a todos los éxitos. Durante quince años su posición fue estable en ElPozo. Sin embargo, las dos últimas temporadas el equipo se extravió, desapareció de las finales y eso le costó el despido. Una etapa acababa. Ley de vida. Duda tuvo que buscarse horizontes en latitudes exóticas: Kuwait. Pero regresó, con una idea obsesiva en su cabeza: la reivindicación personal. Y a lomos de ese impulso emocional, desplegó toda su sapiencia para volver a ser el que era: el mejor entrenador del mundo. Su índice de aciertos en los fichajes es altísimo. Su dirección en el banquillo, ejemplar. Su capacidad de trabajo, admirable. 

Un equipo campeón para muchos años

El fútbol sala español tiembla ante la irrupción del Jimbee, visualizando el comienzo de una Era que puede extenderse durante mucho tiempo. El equipo ha alcanzado tal grado de competitividad que es irreductible. Parece por completo inabordable. Con esa fiabilidad en las finales que muestra el Madrid en la Champions. El club, gracias al ojo de halcón de Duda, no echa de menos a Bebe, Lucao y Javi Mínguez. Con el mismo instinto con que trajo a otros futbolistas, sumó a su proyecto a piezas como Gon Castejón, Ossamanmusa o Mouhoudine, de rendimiento instantáneo. La plantilla está perfectamente articulada para los próximos cinco años, donde el Jimbee podría ampliar su dominio en el fútbol sala español. Solo dos jugadores superan la frontera de los treinta años: Tomaz (34) y Jesús Izquierdo (33). Los demás están por debajo. A veces, muy por debajo, con una década por delante de excelentes perspectivas: Pablo Ramírez (23), Mellado (25), Gon Castejón (25), Motta (25), Ossamanmusa (27), Darío Gil (27), Chemi (28), Cortés (29, Moudhoudine (29) y Waltinho (30). Con estas piezas, el Jimbee no tendría que hacer retoque alguno para mantener la hegemonía actual a lo largo de varios años.      

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