El cierre de ElPozo Murcia habla de la ambición de la plantilla para intentar pillar al Barça. Este sábado se enfrentan en el Palau Blau Grana los dos equipos.
GREGORIO LEÓN
Salía el personal del Palacio con el ceño fruncido, maldiciendo entre dientes. Su Pozo había vuelto a palmar. El equipo era víctima de caídas de tensión que lo vulgarizaban, convirtiéndolo en muy vulnerable. Estaba lejos de un nivel competitivo uniforme, y con frecuencia ofrecía flancos descubiertos al rival, que a la mínima lanzaba la cuchillada mortal. La prematura eliminación de la Copa del Rey abrió una herida por la que se escapó mucha sangre. Y el equipo andaba cerca del extravío. Por eso, en una medida insólita, Tomás Fuertes y su directiva tomaron la determinación de despedir a un entrenador, a Javi Rodríguez, confiándole el banquillo a su ayudante, Dani Martínez.
ElPozo no ha experimentado en apenas diez días cambios radicales. Imposible apreciarlos en tan corto espacio de tiempo. Pero sí se ha constatado un mayor espíritu solidario. Desde la humildad el equipo ha crecido. Con pelea en cada duelo, en cada porfía. Y una respuesta óptima a situaciones de estrés: solo un gol encajado en la defensa del juego de cinco durante trece minutos. Las dos goleadas ante Antequera (1-6) y Osasuna (6-1), dos cuadros muy cualificados y trabajados tácticamente, han depositado al conjunto de Dani Martínez en la segunda plaza, desde la que divisan al líder, el Barcelona, su próximo rival.
En REGIÓN DEPORTIVA ha hablado Marlon. Ahí lleváis la entrevista completa...
