El área financiera ha conseguido que el club rebaje su deuda concursal en 12,6 millones, dejándola en 6'1. El Murcia anuncia que hará una nueva ampliación de capital
GREGORIO LEÓN
Setecientas cincuenta horas. Ese es el tiempo que el área financiera del Real Murcia ha invertido durante un año para acometer una tarea pendiente, y que resultaba insoslayable: negociar con los casi 200 acreedores (171 exactamente) que tiene el club, en concurso de acreedores desde hace una década. El reloj corría al galope. El calendario apremiaba, no admitiendo prórrogas, moratorias o dilaciones. A partir del 1 de enero, expirado el reconvenio que dio aire al club gracias una disposición transitoria, la sociedad quedaba expuesta a desaparecer, porque cualquiera de sus múltiples acreedores promoviera el proceso de liquidación por impago. Y Emilio García y Daniel Moreno, junto a Francisco Cobacho y Paco Miró, quienes más han trabajado en el proceso de negociación, han mostrado enseguida los datos que explican el antes y el después. El Real Murcia partía deuda concursal de 18'7 millones, rebajada ahora a 6,1, después de que la entidad haya logrado acuerdos de quita por valor de 12,6 millones, cifra a la que hay que sumar 1'6 millones que ha debido abonar a acreedores también incluidos en el concurso. La deuda global se ha visto rebajada, de 40 a 26 millones, resultante de sumar los 12,6 quitados y el 1'6 pagado.
El Real Murcia ha cubierto el 95 por 100 de la deuda concursal, y no ha podido llegar al pleno porque ha encontrado resistencia hasta última hora en Rayo Vallecano (49.000 euros), Tenerife (49.000) y Bahía (189.000). Incluso el Málaga, también remiso, dijo que "sí", sobre la campana. Los responsables del club se han preparado para esta eventualidad, y que ofrecerán al Juzgado de lo Mercantil el pago por consignación, de tal manera que ninguno de ellos pueda pedir la liquidación del Real Murcia.
La Liga de Fútbol Profesional, con un crédito contra el club de 490.000 euros, no ha accedido a hacer quita. Pero gestiones intensas y directas desde el viernes con Javier Tebas, otra vez proclamado presidente de la LFP, han arrojado el resultado de que la Liga se ha comprometido, por escrito, a no pedir la liquidación. El club grana ha agradecido expresamente este gesto de Tebas, y también ha subrayado la colaboración de clubes de la dimensión del Sevilla o el Zaragoza, dispuestos a dar facilidades. Por contra, otros acreedores no han dado ninguna. Un ejemplo: Samuel Baños. El exjugador grana ha exigido la totalidad de la cifra adeudada.
Los pasos que pretende dar ahora el equipo de gobierno grana son aportar al Juzgado de lo Mercantil la documentación acreditativa de todos los acuerdos, y pedir el auto de cumplimiento de convenio, que sacaría definitivamente a la sociedad del concurso de acreedores. De esta manera, podría acceder a líneas de crédito y operaciones financieras, hasta ahora vedadas, para pagar la cifra de 6,1 restante del concurso de acreedores.
El Real Murcia, para ganar más estabilidad financiera, también ha anunciado en la misma rueda de prensa, que va a realizar una nueva ampliación de capital. Noticia no pequeña, pero que se queda como titular secundario, ante el volumen del primero, que ha resumido Emilio García en una frase muy gráfica: "A partir del día 1 nadie va a poder disparar al corazón del Real Murcia".
