El presidente Agustín Ramos y el empresario mexicano ya han mantenido los primeros contactos para buscar una salida amistosa al conflicto planteado sobre la propiedad del club.
GREGORIO LEÓN
Uno de los empeños de Agustín Ramos es que el Real Murcia deje de ir a los tribunales. El club lleva judicializado desde 2018, con el litigio sobre la propiedad de la entidad. Resoluciones, autos judiciales, vistas orales, juicios, recursos... La toga, como complemento indumentario cotidiano.
El Murcia lleva nadando tres años en textos jurídicos. Y el presidente grana ya ha dado pasos para resolver ese conflicto. El pasado 4 de noviembre mantuvo un contacto preliminar con Mauricio García de la Vega, que ya tiene sobre la mesa una oferta de la entidad grana: un 10 por 100 del paquete accionarial de la sociedad y un puesto en el próximo Consejo de Administración, que nacerá de la junta de accionistas convocada para el mes de diciembre.
El empresario de Abarán quiere propiciar una política integradora, lejos de la guerra de trincheras de los últimos tres años. De momento, no ha habido respuesta de Mauricio García de la Vega.
