El Juzgado de Instrucción ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa. El Murcia inició el procedimiento por presuntos delitos de administración desleal y apropiación indebida.
GREGORIO LEÓN
Mauricio García de la Vega le ha ganado una batalla al Real Murcia. El club grana inició un procedimiento penal para sentar al empresario mexicano en el banquillo, por presuntos delitos de administración desleal y apropiación indebida. La justicia ha archivado la querella. La Magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia, María del Mar Azuar, ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa dirigida contra el mexicano, sin perjuicio del derecho que corresponda a los perjudicados para ejercer otras acciones en la jurisdicción competente.
La entidad presidida por Agustín Ramos interpuso una querella contra Mauricio G. De la Vega e Iconos Nacionales. El Real Murcia, que inicialmente estimó en 757.000 euros el daño supuestamente causado por el mexicano, amplió después la querella, elevando la cifra a 1.114.266 euros.
Ya en diciembre de 2021 se produjo un movimiento judicial que iba en favor de García de la Vega. Fiscalía emitió un informe, a petición de la juez que instruye el procedimiento penal emprendido por el Real Murcia contra el mexicano, en el que pedía el sobreseimiento provisional de la causa, por entender que no han resultado acreditados los delitos que dieron lugar a su formación.
El episodio de los sofás, sin reproche penal
La magistrada deja también libre de cualquier responsabilidad a Mauricio G. De la Vega en relación al episodio de los sofás. Así lo expresa en su dictamen, al que ha tenido acceso Onda Regional: "El investigado habría retirado de las instalaciones del club una serie de muebles que formaban parte de los despachos y palcos VIP, consistentes en sofás, mesas, sillas, colchones, valorados en 4.000 euros; también habría adquirido una serie de muebles, utensilios y accesorios, a través de una empresa participada encargada de la publicidad del club, Real Murcia Publicidad S.L. El valor del conjunto de las adquisiciones, ascendía a 533 euros, lo que acreditaba la acusación acompañando una factura de la mercantil Embargos a lo bestia. Aunque la querella decía que no habían sido devueltos, las testificales practicadas acreditaban lo contrario", explica la magistrada.
