Pesimismo en el club albinegro, que sospecha que el delantero canario puede acabar en el Málaga.
GREGORIO LEÓN
Verba voland, scripta manent. La frase latina reaparece todos los veranos. Las palabras vuelan. Solo lo escrito permanece. El Real Madrid diseñó el futuro con Mbappé. Pero el francés faltó a la palabra empeñada. En el caso de Rubén Castro, puede ocurrir lo mismo. El delantero canario se comprometió ante Francisco Belmonte a continuar una campaña más en el Cartagena. Pero la aparición de una oferta del Málaga puede torcer ese destino. Hasta 700.000 euros ha ofertado el club de La Rosaleda. Y más allá de las motivaciones económicas, han entrado en juego las personales. La pareja de Rubén Castro, con un negocio de estética en Sevilla, preferiría que el delantero desempeñara su profesión más cerca de la ciudad de la Giralda. Rubén Castro tiene nueva casa en Sevilla. Todo eso ha provocado que este lunes se haya extendido el pesimismo en las oficinas del Cartagonova. Pero Belmonte y Breis, maestros en el arte de la persuasión, no pierden la esperanza. El dirigente blanquinegro mantuvo contactos con el futbolista este fin de semana, intentando arrancarle el compromiso por escrito.
Este martes debe quedar resuelto el futuro de Rubén Castro.