Mario Simón solo lo ha utilizado 69 minutos, a pesar de su profesionalidad. El domingo fue ovacionado por el público que acudió al estadio Enrique Roca
GREGORIO LEÓN
Mario Simón torció el gesto cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que el Murcia fichara a Royston Drenthe. Estaba fuera por completo de sus planes. El club incorporó al neerlandés. Pero el entrenador madrileño ha sido expresando su oposición al fichaje, otorgándole al jugador minutos residuales. Ante el Puertollano le dio pista en el minuto 86, ya con el partido resuelto. Y aun así, a Drenthe le dio tiempo a merecer los aplausos del público citado en el estadio Nueva Condomina en dos ocasiones, especialmente en una acción en la que se zafó de dos rivales para dar un pase a Andrés Carrasco que pudo elevar el 4-1 al marcador. Hasta la afición, que acogió con escepticismo y rechazo el fichaje, ha puesto el pulgar hacia arriba. Pero el neerlandés aún no ha entrado en el corazón del entrenador, que solo le ha dado 69 minutos repartidos en 7 partidos. Ni diez minutos de media.
Drenthe, frustrado
El futbolista, que se siente muy frustrado por esta situación, está haciendo un ejercicio de profesionalidad que encomian en la zona noble del club. Su comportamiento en los entrenamientos es impecable, aunque sabe que está condenado a una aportación casi testimonial en cada partido. Los compañeros hablan del buen rollo que transmite, sin aires de divo. Sin altanerías. Acatando calentar media hora para jugar cuatro minutos. Su ascendente sobre Zeidane Innousa es innegable. Drenthe se ha convertido en su tutor, vinculados por el idioma y por una forma común de entender el fútbol.
Drenthe confía en que, de aquí a la última jornada de la fase regular, pueda jugar al menos medio tiempo al que entiende que se ha hecho acreedor.
El jugador está cedido por el Racing Murcia City hasta el próximo 30 de junio, pero a favor del club que preside Agustín Ramos hay una estipulación contractual que le concede al Murcia la opción de quedárselo en propiedad.
