El contrato del entrenador quedará renovado automáticamente si el equipo juega el 'play off' de ascenso a Segunda División. El presidente es ambicioso: "No podemos perder un año".
GREGORIO LEÓN
La renovación de Mario Simón, detrás de las palabras formularias que se gastan en los comunicados oficiales, esconde grandes ambiciones para el curso que viene. En una de las novelas de su trilogía La lucha por la vida, un personaje de Pío Baroja dejaba una frase que siempre adoptan los ganadores: cuanto más levantes el arco, más lejos llegará la fecha. Y tanto el presidente como el entrenador del Real Murcia no quiere conformarse con un equipo grana que se limite a sobrevivir en la categoría que estrena, por mucho que traiga enemigos de mayor envergadura. "No podemos perder un año", avisa Agustín Ramos. Las disonancias han quedado atrás, y ahora hay muchos puntos de convergencia entre él y Mario Simón, que en sus primeras declaraciones tras dar el Murcia oficialidad a su continuación en el banquillo, ha expresado algo parecido: "Es un club histórico, con ganas de crecer y volver a la élite. Hay que ser ambiciosos, con exigencia máxima".
No es casual que entre las estipulaciones que recoge el nuevo contrato de Mario Simón aparece una cláusula de renovación automática. El manchego seguirá en el banquillo la campaña 2023/24 si el Real Murcia juega el 'play off' de ascenso.
Athuman y Javi Saura, fuera
La dirección deportiva anda afanada en dar salida a jugadores que no entran en la planificación de la campaña en Primera RFEF. Ya se han producido los primeros anuncios: Athuman salta de la plantilla. Javi Saura, también. Los siguientes pueden ser Madrigal, Pablo Haro y Juan Fernández.
