El portero del Real Murcia confiesa que ya siente unos "nervios positivos", a menos de una semana del partido más importante de la temporada, en Alicante. "El Rico Pérez debe ser una extensión de Nueva Condomina", dice.
GREGORIO LEÓN
La fiabilidad defensiva ha sido una de las virtudes de las que ha presumido el Real Murcia. El domingo, ante un Rico Pérez impregnado de el color grana, volvió a aparecer para darle todo el valor al gol prematuro de Andrés Carrasco. No fue muy exigido Miguel Serna. Pero el portero siempre tiene respuestas a los delanteros que intentan burlarlo con sus remates. Y Serna sintió el calor del público, de la masa de aficionados que protegió al equipo en todo momento, desde el recibimiento en el estadio hasta que el autobús emprendió el viaje de vuelta a Murcia.
"El primer gol lo metió la afición", confiesa el guardameta murciano, que ha intentado describir en Onda Regional los sentimientos que recorren el vestuario, sentimientos de deuda hacia los seguidores que en cualquier situación están prestando su apoyo y fidelidad al equipo.
Miguel Serna no se olvida de pedir respeto al rival, porque también se ha ganado el legítimo derecho de disputar la final, y confiesa que "ya siento nervios positivos".
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