El exdueño del Leganés ha emitido un comunicado: "Cuando todo se encontraba muy avanzado, han surgido nuevas discrepancias que imposibilitan la firma de un acuerdo".
GREGORIO LEÓN
El viernes, Agustín Ramos le lanzó la pelota a Felipe Moreno a su tejado. Había discordancias en varios puntos recogidos en el último borrador del pacto societario que ambos actores llevan negociando durante las últimas semanas. El exdueño del Leganés, que no incurre en precipitaciones, pensó en frío, al calor de la familia. Y llamó a Ramos este domingo por la mañana, para proponerle el margen de unas horas a fin de reemprender negociaciones y buscar el acuerdo en todas las cláusulas. "Nos llamamos después del partido de España. ¿Qué te parece?", planteó Moreno. Ramos asintió.
Pero ni siquiera ha hecho falta que concluyera el choque mundialista de la selección. A las nueve menos un minuto, Felipe Moreno ha emitido un comunicado, explicando su posición oficial: "Lamento que todo este proceso en el que hemos trabajado en los últimos meses no haya acabado satisfactoriamente y que no pueda acompañaros en la próxima junta de accionistas".
Moreno habla de puntos de desencuentro con Agustín Ramos en el proceso de negociación: "Cuando todo se encontraba muy avanzado, han surgido nuevas discrepancias que imposibilitan la firma de este acuerdo. Esto nos lleva de nuevo a la casilla de salida y echa por tierra muchas reuniones y horas de trabajo".
El cordobés también explica su relación con Mauricio García de la Vega: "En cuanto a una futura impugnación de Mauricio G. De la Vega de la próxima junta de accionistas, entiendo que es algo que ha venido sucediendo también en las anteriores. Como he comentado, no he ejecutado la opción de compra sobre las acciones y derechos judiciales, ya que no tiene sentido que lo haga mientras que no haya entrado en el accionariado del club, ya sea mediante una ampliación de capital como la que había propuesta para la unta de accionistas del 29 de noviembre, o en su caso, haya una resolución judicial definitiva a su favor".
Las cláusulas que estuvieron a debate
1. Persona designada para arbitraje, encargada de dirimir conflictos futuros en el pacto societario. Felipe Moreno había propuesto a Andrés López, su abogado. Ramos se oponía.
2. Derecho de arrastre. Ramos no quería que se incluyera en el acuerdo de pacto, al generar una obligación futura que beneficiaría a Francisco Tornel, Mariano Albaladejo, Francisco García e Higinio Pérez, muy críticos con la línea de actuación de Ramos.
3. Que Felipe Moreno quedara eximido de pagar cualquier discordancia económica entre los resultados oficiales del balance de cuentas, y deudas nuevas que pudieran aparecer, previas a su entrada en el club y no contempladas en el informe de auditoría.
4. Marcar una fecha exacta para que Felipe Moreno, ya ejecutada la opción de compra sobre los derechos de Mauricio G. De la Vega, retire las impugnaciones presentadas por el administrador de Iconos Nacionales, y para que el Real Murcia desista de la querella criminal presentada contra el mexicano.
Y ahora, ¿qué?
La primera consecuencia directa es que Hacienda y Seguridad Social no cobrarán este año las cantidades prometidas por el club. El Real Murcia tenía previsto hacer un ingreso el 30 de noviembre de 824.000 euros, y otro de 1`5 antes del 31 de diciembre. La imagen reputacional del club ante estos dos organismos queda seriamente dañada.
La segunda, que se reactiva la "cuestión Mauricio". El Murcia deberá seguir defendiendo en los tribunales sus derechos. Y el administrador de Iconos Nacionales continuará pleiteando. Para empezar, impugnará la junta de accionistas del martes.
Agustín Ramos deberá caminar en solitario. El presidente y el equipo que le rodea han lanzado un mensaje tranquilizador: habrá soluciones a los nuevos retos económicos. El dirigente grana se verá obligado a buscar fuentes de financiación. Varios fondos de inversión han sondeado a lo largo de este año la posibilidad de entrar en la estructura societaria del Real Murcia.
