El entrenador argentino abandonará ElPozo el próximo 30 de junio. El técnico avisó al club en diciembre de su deseo de abandonar al banquillo murciano. La entidad de la familia Fuertes no se opone.
GREGORIO LEÓN
El cielo quedó a unos centímetros de las yemas de sus dedos. ElPozo rozó el único gran título del que están huérfanas sus vitrinas: la Champions. Era octubre de 2020. Todas las crónicas coincidieron en su análisis: el equipo murciano mereció indiscutiblemente la victoria. Pero el confeti fue para el Barça. Aquel día pudo encumbrarlo. Pero ahora, un año y medio después, Giustozzi está a solo tres meses de acabar la aventura que arrancó en el club de la familia Fuertes. Y con el riesgo de cerrar en blanco un ciclo de cuatro años.
Entrenador reputadísimo en Argentina, donde llevó a la gloria a la selección albiceleste, haciéndola campeona del Mundo en 2016, Giustozzi reactivó un equipo que languidecía, que perdía crédito a jirones, que ya veía las finales por televisión. Ocho años sin ganar un gran título es demasiado. El ciclo de Duda estaba completamente acabado, y a pesar de los intentos del brasileño por quedarse, la decisión de Tomás Fuertes era firme, irrevocable. El argentino devolvió brillo a ElPozo, conduciéndolo al quinto partido de la final de la Liga, perdida en el Palau (3-2). El Barcelona también frustró la Copa de España de Valencia. El técnico argentino estaba en su punto más alto de cotización. El Inter quería ficharlo. Pero las salidas de Pito y Xuxa hicieron que las prestaciones de la plantilla descendieran. Aun así, luego de firmar una Elite Round en la que echó a la cuneta a tres campeones europeos, se plantó en la Final Four, con el desenlace apuntado arriba.
De más a menos
Y ElPozo, aun siendo campeón de la Liga regular la campaña anterior, se ha visto muy lejos del título. Lleva dos años despeñándose en cuartos de final. Esta temporada cayó ante un Segunda División en la Copa del Rey. Y fue eliminado en semifinales de la Supercopa. En Liga camina séptimo, la peor clasificación en años.
Diego Giustozzi tiene contrato hasta el 30 de junio. Pero en diciembre ya mantuvo una reunión con la cúpula directiva de ElPozo anunciándole que tenía el propósito de emprender nuevos horizontes profesionales a partir de ese momento. El club no se opuso a esta decisión. El argentino, en un movimiento honesto, adelantó sus intenciones para que el club que preside José Antonio Bolarín pudiera designar nuevo entrenador. El elegido es Javi Rodríguez, pero la operación no está aún cerrada en todos sus términos. Industrias Santa Coloma está empeñado en ampliar una relación que contractualmente acaba en 2023.
