Felipe Moreno y Agustín Ramos, reunidos hoy en Murcia, han acordado realizar un primer préstamo de 3 millones de euros, que deberá autorizar la junta de accionistas, a celebrar en un mes (podría ser el 29 de noviembre)
GREGORIO LEÓN
Del restaurante Las Villas a la Gran Vía. Cinco citas. La relación funciona. Pero más allá de los encuentros y buena sintonía entre Agustín Ramos y Felipe Moreno, la entrada del exdueño del Leganés en el Real Murcia queda en manos de la junta de accionistas. Y hasta su celebración, Moreno no va a aportar capital, por imperativo legal. Esta mañana ambos se han reunido en el bufete de Andrés López a fin de trazar el camino jurídico que debe articular el gobierno de coalición en el que llevan trabajando desde hace varios meses. Y los hitos quedan claramente delimitados.
El informe de auditoría, que explicará las cuentas del Real Murcia a fecha 30 de junio de 2022, está ultimándose. Debe incorporarse al orden del día de la junta de accionistas, que se celebrará, o bien a últimos del mes de noviembre, o primeros días de diciembre. Y tendrá una importancia capital para el futuro del club. En ella, los accionistas de la entidad grana deberán autorizar que Agustín Ramos y Felipe Moreno hagan un préstamo a la sociedad, por un importe inicial de unos 3 millones de euros (millón y medio cada uno) para satisfacer pagos apremiantes. Al día siguiente de que los accionistas abran el semáforo preceptivo, Ramos y Moreno aportarán las primeras cantidades. Y el empresario cordobés será, a todos los efectos, pieza clave en el funcionamiento orgánico del club.
Más adelante, otra junta de carácter extraordinario, deberá aprobar la conversión de ese préstamo económico en acciones.
El expropietario del Leganés no quiere discordancias ni que los egos se pongan por delante del Real Murcia. Ha celebrado reuniones con accionistas principales, a fin de buscar consensos. Nada le gusta menos que la polémica y el ruido, y confía en que en la junta de accionistas los intereses individuales queden todos subordinados al bien común: darle plena estabilidad económica al Real Murcia, y colocarlo en el camino adecuado para que llegue al fútbol profesional. Su abogado Andrés López también ha tenido durante los últimos días varios contactos, con el propósito de explicar a actores implicados los planes de Felipe Moreno.
Una de las preguntas que circula en la opinión pública es cuándo quedarán archivados los diversos procedimientos emprendidos por Iconos Nacionales contra el Real Murcia. Uno de ellos ha llegado incluso al Tribunal Supremo. Felipe Moreno. La idea del exdueño del Leganés es pedir la suspensión de los procesos cuando haya sido aprobada por la junta de accionistas su entrada en el club, a través del préstamo inicial, y pedir su archivo definitivo, cuando ese capital haya sido transformado en acciones. Esos son los pasos legales que está dispuesto a dar Moreno, orientado por su abogado y hombre de plena confianza.
En el contacto celebrado esta mañana ha quedado confirmada la cantidad que deberán aportar ambos inversores para que el Real Murcia esté en disposición de alcanzar acuerdos con Hacienda y Seguridad Social: diez millones de euros. Moreno pondrá la mitad de esa cifra, cinco millones, pero debe abrir la cartera también para abonar el pago de adquirir plenamente los derechos adquiridos por Mauricio G. De la Vega: dos millones ya satisfechos al mexicano, y otros dos cuando ejecute la opción de compra sobre el conjunto de esos derechos.
No es un asunto primordial para Ramos y Moreno. El encuentro de hoy tenía por objeto, en esencia, definir el pacto societario que los va a vincular y establecer un calendario jurídico y de pagos. Pero ambos coinciden en un punto: mantener el dibujo actual de la estructura deportiva de la entidad. La entrada de Quique Pina, con plenos poderes, no es contemplada de momento.
