Loading

REACCIÓN EN CADENA. Especial sobre Miguel Marín Padilla
T05C022

47:38
21 FEB 2023 - 14:32
Es uno de los neurocientíficos más importantes del siglo XX conocido por explicar el desarrollo del cerebro humano. Con motivo de su fallecimiento a los 92 años explicamos sus avances y su trayectoria personal.

El jumillano Miguel Marín Padilla es un referente en el estudio del cerebro. Es considerado por sus colegas como una mente brillante y todos hablan de su humildad y cercanía.  Nació en Jumilla en 1930 y allí vivió hasta los 10 años, cuando su familia se traslada a Córdoba por el trabajo de su padre, que era notario; sin embargo, esa etapa en el municipio de la Región le marcará para siempre. Cursa su licenciatura en Medicina en Granada y posteriormente se establece en Cartagena, donde ejerce durante un año como pediatra general. Su vocación pediátrica, que seguirá cultivando a lo largo de su carrera profesional, le va a servir para profundizar en los conocimientos del sistema nervioso y especialmente en las distintas fases del desarrollo del ser humano. Al no ser admitido en una plaza de pediatra en Granada, decide marchar a EE.UU., sin hablar una palabra de inglés. Allí, se forma en Anatomía Patológica en hospitales de Filadelfia y de Boston, simultaneando su formación con la docencia. Consiguió el título de Profesor en el año 75 y posteriormente, en el año 83, también consigue el título de Profesor en Pediatría. Hasta su jubilación fue Profesor Emérito de ambas disciplinas.

Miguel Marín Padilla es uno de los neuroanatomistas más importantes del siglo XX. Era miembro de 15 sociedades científicas de gran relieve internacional y ha recibido numerosos reconocimientos, el más importante el Premio Jacob Javits que otorga el Congreso de Estados Unidos, pero también fue candidato al Premio Príncipe de Asturias y le entregaron la Medalla de Oro de la Región de Murcia. Con la beca otorgada al mejor proyecto de investigación en neurociencias presentado en EE.UU., dotada con 700.000 dólares, pudo investigar durante varios años y destaca su estancia de un año en el Instituto Cajal, en Madrid, para conocer la técnica de trabajo que utilizaba el investigador español, conocido por ser el padre de la Neurociencia moderna. Ese premio fue fruto de su trabajo, de hecho, abrió una escuela de pensamiento en los años 70 sobre su teoría de la formación de la corteza cerebral desde que el ser humano es un embrión. Discutida, en un principio, fue corroborada después. Al igual que sucedió a Santiago Ramón y Cajal, al que Marín Padilla se refería como su maestro, los hallazgos del neurocientífico jumillano han supuesto una ruptura total con los conceptos clásicos que la Neurología. Si Cajal en el año 1888 estableció la teoría neuronal, que sostenía que las células nerviosas eran elementos independientes y que no existe continuidad entre ellas sino contactos, Marín Padilla descubrió en el año 1971, el origen embriológico de la corteza cerebral, que no había sido reconocido anteriormente. Este modelo no fue aceptado inicialmente por la comunidad científica,- lo mismo le ocurrió a Cajal con su teoría neuronal-, sin embargo, la evolución posterior del conocimiento ha corroborado su interpretación, que en la actualidad es mundialmente aceptada.

En 2019, Miguel Marín Padilla envió desde Estados Unidos su legado científico a Jumilla, con el fin de que se cree en un municipio un centro de investigación del cerebro. Tenía previsto volver en marzo de 2020 con su hija Teresa para ver cómo había llegado el material y hacer inventario, pero la pandemia lo impidió. Ahora ella pide que se trate con respeto y espera que el trabajo de su padre sirva para poner en valor el municipio y que sea un lugar de referencia a nivel científico, escolar y divulgativo. Según nos explicaba tanto ella como el propio Marín Padilla en una entrevista realizada en 2020, aunque salió del pueblo a los 10 años, después de la Guerra Civil, su experiencia allí y las vivencias que experimentó a través de la Torreta de su casa le marcaron para toda la vida. Él nos comentaba que tenía un recuerdo muy entrañable de Jumilla y uno de los más llamativos fue cuando vio una aurora boreal en 1938.


Temas
Últimos episodios de REACCIÓN EN CADENA