El portavoz de UGT, Guillermo Guillén, propone la reducción de jornada de los trabajadores y la fiscalización de la maquinaria con el fin de guardar cierto equilibrio entre tecnología y desempleo
REDACCIÓN. Murcia
La evolución tecnológica agiliza los procesos de fabricación de las empresas, desde las agroalimentarias hatas las automovilísticas, y permite el ahorro de costes para el empresario. Sin embargo, no es tan buena aliada de los trabajadores, que han pasado a ser 2,58 millones en el sector a nivel nacional con respecto a los 3,11 millones en 2002, según un estudio de Oxford Economics. Ante la relación directa entre robotización y desempleo, el sindicato plantea establecer unos impuestos especiales a estas empresas por el uso de la maquinaria. La reducción de la jornada laboral es otra de sus iniciativas. UGT considera que este incremento de la automatización en las empresas manufactureras debería acarrear una reducción del tiempo de trabajo semanal a 32 horas, en vez de 40, y completarlo con 8 horas formativas para que el empleado se modernice.