Talleres, charlas y degustaciones han servido para poner de manifiesto, durante la III Feria del Ovino Segureño, su importancia en la economía de Caravaca. Nos lo cuenta en el siguiente reportaje Enrique Soler
ENRIQUE SOLER. Caravaca
Un reconocimiento para aquellas personas que han dedicado toda su vida a las tareas del campo, cuando el trabajo en los núcleos diseminados era de sol a sol y sin descanso. Leoncia Martínez ha vivido prácticamente toda su vida en los cortijos de Aguas Blancas y Hoya Onda, dentro del término municipal de Nerpio, así cuenta como era su vida.
En un tiempo, donde la mujer, tenía que juntar las duras tareas del hogar con ayudar a su marido en las labores del día a día. Hoy en día vive en Cañada de la Cruz y pone de manifiesto el cambio que ha dado la vida en las pedanías altas del Noroeste Murciano.
Luis García recibía el galardón de ‘Pastor del Año’, así recuerda como era su vida con el ganado en una finca cercana al Moralejo. También cuenta lo duro que se hacía el trabajo cuando nevaba. Su hijo también ha sido su mismo camino, y pese a los adelantos, todavía hay tareas muy duras en el mundo de la ganadería.
Pese a la dureza del campo y ya a estar jubilados no han querido abandonar las pedanías; sus hogares de siempre, y posiblemente sin saberlo, son los guardianes de aquellas tradiciones, de campo y siega, de bailes de domingo por la tarde y noche en la taberna, que poco a poco se desdibujan en una sociedad consumida por el estrés diario.
Tras la entrega de premios se ha realizado una degustación de más de 50 corderos segureños. La cabaña de Segureño, supera el 1,5 millón de cabezas con una producción de 450.000 corderos al año y un rendimiento económico superior a los 6 millones de euros, el 35% de dicha cabaña se encuentra en la Región de Murcia.
