Así lo afirma la enfermera madrileña de 37 años, víctima de la pandemia en marzo y que, nueve meses después, convive con las secuelas de la enfermedad que le provocan fiebres altas y dificultades respiratorias
REDACCIÓN I JOAQUIN AZPARREN
Alicia Negrón, especializada en Enfermería Comunitaria y Familiar, apela a la conciencia de todos a la hora de organizar las reuniones familiares o de amigos durante estas fiestas navideñas.
Esta enfermera que reside en la capital de España y que veranea en La Manga alude a que son necesarias medidas más contundentes para detener la pandemia, como cuando antes del Estado de Alarma, el gobierno regional blindó los accesos al litoral murciano en la previsión de llegada de turistas del puente de San José.
Negrón convive hoy con los síntomas que le dejó la enfermedad que contrajo en los primeros momentos de la pandemia por un exceso de confianza, dice, como tantos otros profesionales sanitarios.
También advierte de la sobrecarga de trabajo del personal sanitario y subraya otro dato: la edad media del personal de enfermería y sus consecuencias.
A pesar de todo, dice en las redes sociales, hay momentos para la sonrisa. La que dedica a unas personas para ella muy especiales.
