Ana María García, con otras tres patologías medicadas, solicitó sin éxito a Prevemur que revise su caso. Le recomienda mascarilla y guardar distancia. "Con esa edad los niños necesitan ayuda hasta para ir al baño" afirma
REDACCIÓN.
Cuando la consejera de educación se reunía con los sindicatos, desde el sindicato CSIF su representante Lucía Alcaraz arrancaba el compromiso a Esperanza Moreno de que "se revalúen los casos médicos de profesores con patologías previas que llevan todo el verano casi sin salir de casa por caer infectados... y que en unos días estarán obligados a meterse en un aula con 20 niños poniendo en grave riesgo su salud". La Consejería estudiará estas situaciones tan singulares en las que los informes médicos se antojan determinantes, o deberían serlo.
Es el caso de Ana María García, una profesora de infantil que lleva 30 años trabajando con niños de menos de 6 años (no obligados a llevar mascarilla). Esta docente perdió un pulmón por un tumor hace unos años y ahora se siente angustiada al ver que la mutua Prevemur la considera apta para el trabajo con la única recomendación del uso de mascarilla y la distancia social. "Trabajando con niños de infantil a los que debes ayudar a bajarse los pantalones o te abrazan porque necesitan el contacto a nivel emocional no puedo guardar esas distancias" lamenta. Lo grave de la denuncia de Ana María García se encuentra en que pidió la revisión de su caso en marzo, mayo y julio y "siempre se me instaba a septiembre". En la última comunicación con la mutua "aporté dos informes médicos en los que se ve que además una lobectomía (extirpación de un pulmón) sufro hipertensión, diabetes y una enfermedad cardiaca mitral, y para todas necesito medicación". En la respuesta de la mutua figura que no existen operaciones quirúrgicas previas, denuncia Ana María García, y que debe trabajar con normalidad.