Dicen haberse enterado del protocolo del inicio de curso anunciado ayer por la prensa, pese a haberle solicitado a la consejera Esperanza Moreno una reunión previa a su comparecencia este pasado jueves
REDACCIÓN. Murcia
Las Federaciones de Asociaciones de Padres de Alumnos de la Región, las FAPAS, se han mostrado molestas con la Consejería de Educación, ya que dicen haberse enterado del protocolo del inicio de curso anunciado ayer "por la prensa", pese a haberle solicitado a la titular del ramo una reunión previa a su comparecencia en el día de ayer.
Desde las FAPAS se ha valorado las decisiones adoptadas por el departamento de Esperanza Moreno. Exigen la disminución de las ratios, aunque se celebra la presencialidad de los menores en los colegios e institutos. Paqui López, presidenta de la FAPA Juan González, argumenta que si la sociedad funciona, los colegios e institutos también:
Sobre los recursos que el departamento de Esperanza Moreno adquiriría en caso de producirse un segundo confinamiento, que recordamos sería material electrónico para los estudiantes, desde las FAPAS se pide que se distribuya de manera equitativa para aquellas familias con menos recursos.
En lo relativo a esos niños que se quedarían en casa durante un día a la semana y cuyos padres no pueden conciliar su horario laboral, Francisco Cara, presidente de la FAPA del Guadalentín, ha hablado de un plan que pasa por llevar a los más pequeños a un aula de conciliación. Eso sí, matizan, no llegará a todas las familias.
Pese a la negativa de la consejera de reunirse con las Federaciones de Padres de Alumnos antes de la comparecencia de este jueves, el "acuerdo de mínimos" anunciado por Esperanza Moreno tiene el visto bueno de las FAPAS. La consejera les ha empleazado a reunirse la semana que viene en un ambiente de diálogo que esperan, sea permanente.
Anuncio dirigido también a aquellos padres que se nieguen a llevar a sus hijos a los colegios. La educación española no es "a la carta", ha recordado la presidenta de la FAPA Juan González. Se estudiarán los casos particulares, en los que el contagio de los niños o sus familiares sea un verdadero riesgo, pero lo tendrá que determinar un médico.
