Cáritas Diocesana, un proyecto de acompañamiento telefónica a ancianos de Javalí Viejo y Teresa Romero de Manos Unidas han sido algunos de los galardonados en el acto institucional
REDACCIÓN. Murcia.
A 30.000 familias vulnerables está atendiendo Cáritas Diocesana, la ONG vinculada a la Iglesia. Sus responsables señalan que esta segunda ola del coronavirus está golpeando más fuerte a los colectivos que solían atender antes de la pandemia. Es la realidad que la entidad percibe a través de las 160 parroquias que prestan este servicio en nuestra comunidad. Cuentan con 3.000 voluntarios que estos meses andan desbordados según mantiene José Antonio Planes, director de Cáritas.
El programa de Vivienda de Cáritas Diócesis de Cartagena posee proyectos en distintos municipios de la Región de Murcia que han reformado y ampliado con la pandemia. Más de 60 agentes entre voluntarios y contratados están vinculados a este programa. La entidad solidaria mantiene también un comedor social y varias lineas de ayudda al transporte, el alquiler y los suministros del hogar.
Teresa Romero, presidenta delegada de Manos Unidas, designada mayor del año, trataba de visibilizar el trabajo hecho por quienes trabajan mano a mano con las personas necesitadas. Política Social también ha reconocido un programa de atención telefónica a personas mayores surgido en la pedanía murciana de Javalí Viejo. Francisco navarro, presidente de la Junta Municipal, afirma que acabó atendiendo a 45 mayores. Del mundo de la política procede otra de las galardonada: Carmen Imbernón, de Los Alcázares, ha dedicado 26 años a las cuestiones sociales, las políticas de mujer y tercera edad. Recogía agradecida el reconocimiento. La vicepresidenta del gobierno, Isabel Franco, subrayaba en el acto institucional de entrega de premios la trascendencia de dar voz a los mayores que quieren seguir contribuyendo a la sociedad en la que viven.
