Propone la derivación de alumnos con necesidades educativas especiales a centros ordinarios. Las organizaciones aplauden la apuesta por la educación inclusiva pero se oponen al cierre de colegios de educación especial
ELVIRA SÁNCHEZ. Murcia
Las familias de niños con necesidades educativas especiales están muy pendientes de la aprobación, este jueves, de la denominada "Ley Celaá", que propone la derivación de estos alumnos a centros ordinarios con aulas abiertas.
Esta apuesta por la eduación inclusiva, según algunas asociaciones, no ha tenido en cuenta la opinón de los padres de estos niños y, además, acabará con los colegios de educación especial. Otras, en cambio, consideran que será un avance en la inclusión de los niños con necesidades educativas especiales.
Desde Plena Inclusión, organización que representa a las personas con discapacidad intelectual, celebran la apuesta por una educación más inclusiva, que debe ir acomañada de los medios necesarios para que se imparta con garantías, pero lamentan que esta normativa pueda acarrear el cierre de centros de eduación especial. Su presidente, Joaquín Barberá, insiste en que ambas opciones son perfectamente compatibles.
En la Región de Murcia hay 13.194 alumnos con necesidades especiales, de los que 909 asisten a alguno de los 12 centros de educación especial (8 de ellos públicos y 4 concertados) donde se atiende al alumnado con necesidades graves y permanentes; 11.467 se encuentran en centros ordinarios y 818 cursan algún módulo de FP.
El director general de Innovación Educativa y Atención a la Diversidad, Carlos Albaladejo, asegura que desde el Gobierno Regional apuestan por las aulas abiertas y, prueba de ello, es que este curso se han puesto en marcha 11 nuevas, con lo que son ya 127 distribuidas en centros educativos de 31 municipios de la Región. No obstante, insiste en que también defienden la existencia de los centros de eduación especial y espera una apuesta firme y decidida del Gobierno de España por su mantenimiento.
La ley Celaá, que el pasado viernes salió adelante con el apoyo de todos los grupos menos PP, Ciudadanos, Vox y UPN, podrá ser modificada en el Pleno del Congreso de este jueves, porque todavía mantiene algunas enmiendas "vivas", y deberá ser ratificada por mayoría absoluta, ya que se trata de una reforma de una ley orgánica, y continuar su tramitación en el Senado. Si finalmente sale adelante, se convertirá en la octava ley educativa de la democracia.
