El alcalde de la localidad, José Antonio Blasco, confía en que la situación pueda controlarse rápidamente
REDACCIÓN. Murcia
En Abanilla la situación estaba más o menos controlada, porque la tasa de incidencia era relativamente alta pero los contagios estaban bien identificados en un pequeño grupo de familias del municipio. Sin embargo la pasada semana se produjo un nuevo brote en una empresa del polígono industrial, y eso ha multiplicado las cadenas de transmisión y la aparición de casos nuevos, según ha explicado José Antonio Blasco, alcalde de la loccalidad.
Blasco dice que la decisión del cierre perimetral, aunque esperada, no es fácil de comunicar a la población, sobre todo a los hosteleros que no van a poder abrir el interior de sus locales en Nochevieja, por mucho que el brote tenga su origen en una empresa y no en el ocio. Al menos confía en la que la situación pueda controlarse rápidamente.
Abanilla vuelve al cierre perimetral, pero Los Alcázares repite cierre una semana más, para disgusto de su alcalde, Mario Pérez Cervera, que esperaba terminar el año con unas medidas algo más flexibles. Sobre todo, dice, porque ya han podido comprobar que el cierre perimetral sirve de poco. Insiste en pedir a la Consejería de Salud que autorice la puesta en marcha de un centro municipal de rastreo y seguimiento de los afectados por la COVID. Dice que tiene un equipo de 45 trabajadores del Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil que ha sido específicamente formado para realizar esas tareas, y que si a esa tarea se sumaran cribados selectivos en el ámbito agrícola, obtendrían mejores resultados en el control de la pandemia
