La sección sindical ACAIP-UGT del centro denuncia "un grave incidente regimental" que derivó en varios intentos de agresión a los trabajadores
REDACCIÓN. Murcia
Las galerías del Módulo 5 del CP de Campos del Río se convirtieron en una "ratonera" para los funcionarios que prestaban servicio en él según el sindicato ACAIP. El departamento, "uno de los más conflictivos de la prisión y que alberga a los presos más peligrosos e inadaptados", fue testigo, según la sección sindical, "de un grave incidente regimental que derivó en varios intentos de agresión a los trabajadores y que requirió la presencia de la práctica totalidad de la plantilla de servicio para contenerlo".
Durante el cierre de celdas previo al recuento nocturno, los internos aprovechan para intercambiarse tabaco, revistas y cualquier otro elemento que les haga el descanso nocturno más “llevadero”. Es en ese contexto, cuando un funcionario que se encarga de una de las plantas, ordena a uno de ellos que entre en su celda para llevar a cabo el cierre. El interno, que ha pasado casi toda su condena clasificado en primer grado por ser protagonista de múltiples y graves incidentes regimentales, según ACAIP, lejos de obedecer se enfrenta al trabajador, negándose a entrar en la celda. Lo hace, además, de forma violenta y amenazante. El funcionario reitera la orden, momento en el cual el interno se abalanza hacia él con intención de agredirle, logrando golpearle en el brazo. Todo esto en presencia del resto de internos de la galería, que aprovechan para “jalear” la actitud de su compañero.
Otros de los funcionarios, que supervisan la operación por las cámaras de vigilancia, acuden inmediatamente en su ayuda e intentan contener al interno, pero son increpados por el resto con gritos y amenazas, intentando impedir que el protagonista del incidente sea conducido fuera de la galería. Es en ese momento en que se intenta contener a la población reclusa, cuando otro de los internos empuja violentamente a uno de los funcionarios, mientras otros utilizan palos de escoba rotos como arma punzante frente a los trabajadores del centro, amenazándoles con “pincharles” si se acercan.
Según el comunicado emitido por el sindicato, ante la gravedad de la situación, el Jefe de Servicios, presente tras ser requerido por los funcionarios al iniciarse el incidente, solicita por walkie la presencia inmediata de todos los funcionarios disponibles para tratar de controlar la situación. Durante unos minutos, las dos plantas del Módulo 5 se convierten en una olla a presión, donde los gritos, las amenazas, los empujones y violencia hacia los trabajadores hacen temer por la integridad física de los mismos. Afortunadamente, gracias a su experiencia y profesionalidad, consiguen finalmente que cada interno se introduzca en su celda, identificando posteriormente a dos de los “cabecillas” que habían llevado la iniciativa durante el violento episodio acontecido.
Según palabras de los propios trabajadores, “hoy hemos vivido uno de los momentos más violentos y complicados desde que abrimos esta prisión”. El incidente se saldó con cuatro internos en aislamiento provisional. Desde la sección sindical de ACAIP-UGT, consideran que este tipo de incidentes se están convirtiendo en cada vez más habituales y tachan de "nefasta" la política que lleva a cabo la Secretaría General de instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior.
Piden que se les reconozca como agentes de la autoridad e insisten en que hay determinados perfiles de internos que, desgraciadamente, utilizan la provocación, las amenazas y la violencia como medio habitual para tratar de conseguir sus objetivos.
