El experto cree que la Región de Murcia debería tomar medidas más contundentes para frenar los contagios y considera que limitar la venta de alcohol apenas influirá en la evolución de la pandemia
PACO MARTÍNEZ. Murcia
El epidemiólogo Quique Bassat cree que la región de Murcia debería tomar ya medidas más contundentes para evitar que los contagios se disparen, y apuesta por toques de queda selectivos y no por limitar la venta de alcohol, que es una decisión que -a su juicio- apenas influirá en la evolución de la pandemia. Bassat añade que sólo un argumento político puede justificar que la región no haya elevado la alerta a nivel extremo en aquellos municipios que presentan tasas de incidencia por encima de los 250 casos a catorce días.
El espejo en el que Murcia debería mirarse es Cataluña. Si quiere evitar que los contagios se descontrolen como ha pasado allí, debería actuar de manera radical ahora, porque la curva de crecimiento está muy inclinada y el crecimiento de los casos ha entrado en progresión geométrica.
Cuando Quique Bassat habla de "actuar ya" se refiere a la recuperación del límite de diez no convivientes para los encuentros sociales pero, sobre todo, a la imposición de toques de queda selectivos que han demostrado ser la medida con más capacidad para frenar los contactos y reducir los contagios. Lo que en su opinión no servirá para nada es limitar el horario de venta de alcohol, y menos ahora que los jóvenes están de vacaciones y pueden preparar sus planes a cualquier hora del día.
A este epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona le hemos preguntado si hay algún argumento técnico que pueda justificar la decisión del comité COVID de la región de no elevar a "Extremo" el nivel de alerta de los 20 municipios que tienen una incidencia a 14 días superior a los 250 casos. Bassat no encuentra otra razón que no sea política: no se aplica ese nivel, para no tener que imponer las restricciones que conllevaría, pero ésa es -desde su punto de vista- una mala decisión.
