Abel Novoa, experto en Bioética, explica que "la Región tiene su protocolo, con criterios clínicos" sobre el que se apoyan los médicos en estas decisiones: "Siempre hay medidas, no se salva a un paciente a costa de otro"
JOSÉ A. VERA
El juicio clínico del médico, en base a unos criterios unificados, marcan la decisión del profesional ante la gestión de una situación límite de pacientes. Abel Novoa, experto en Bioética, explica que es más frecuente de lo que se cree en medicina el tener que enfrentarse a situaciones como qué paciente debe ocupar una última cama de UCI. Situaciones límite que el coronavirus está recreando en algunos hospitales y que según este experto en bioética, deben resolverse con criterios clínicos, nunca sociales como edad, procedencia, raza o nivel cultural.
Fundamental para Abel Novoa es que además no haya distingos entre centros sanitarios. El protocolo debe ser el mismo en todo el territorio. En la Región de Murcia de hecho existe y es revisado continuamente por un comité de ética. Pero una situación límite no se soluciona con un algoritmo matemático. El juicio clínico es determinante. El facultativo tiene, en base a su percepción, conocimiento y experiencia, la última palabra.
Con todo, recuerda Abel Novoa que no llega a darse el caso en el que un médico tenga que elegir entre salvar una vida a costa de dejar a otro paciente morir y que existen escenarios intermedios y tratamientos que ayudan a luchar por la supervivencia con métodos alternativos a los que se estén agotando en ese momento, como por ejemplo cuando no hay disponible para un paciente una cama UCI.
