La presidenta de la Sociedad de Médicos de Atención Primaria, Manuela Guillén, cree que el criterio debería revisarse porque los cuidadores son vectores de contagio para un colectivo muy vulnerable
PACO MARTÍNEZ.
La presidenta de la Asociación de Médicos de Atención Primaria, Manuela Guillén, echa en falta que los cuidadores de los grandes dependientes que viven en sus domicilios no hayan sido incluidos por el Servicio Murciano de Salud en el mismo grupo de vacunación que aquellos a los que atienden.
Guillén nos ha contado que los centros de salud ya manejan los listados de los grandes dependientes no institucionalizados, es decir, aquellos que viven en sus casas o con algún familiar. Los médicos de atención primaria ya han empezado a ponerse en contacto con ellos en primer lugar para saber si están en condiciones de trasladarse al punto de vacunación que se les ha asignado, porque lo que se descarta por ahora es ir casa por casa al menos mientras no esté dsiponible otra vacuna que sea menos exigente que las de Pfizer o Moderna en sus condiciones de conservación. Pero lo que a la presidenta de la Asociación de Médicos de Atención Primaria más le llama la atención es que en ese listado no están los cuidadores, que son en realidad los que pueden exponer al dependiente al contagio.
ALTAS SIN PCR NEGATIVA
Guillén también nos ha aclarado que en estos momentos en la región de Murcia las altas de los pacientes COVID se conceden atendiendo a criterios clínicos, y sólo se exige una prueba PCR negativa cuando se trata de personal sanitario o de trabajadores de residencias de mayores o de discapacitados. Según su experiencia, cuando un enfermo ha pasado diez días en cuarentena y lleva tres sin síntomas y sin fiebre, no hay ninguna razón para mantenerlo aislado o en situación de baja laboral, entre otros motivos porque las pruebas PCR suelen seguir dando resultados positivos en muchos de estos pacientes.
