El alcalde Diego José Mateos sostiene que “se dan las circunstancias necesarias para los cortes puntuales sin cerrar la línea completa” y así lo reivindicará a los organismos competentes
ALFONSO MARTÍNEZ. Lorca
La Mesa del Ferrocarril de Lorca ha acordado este miércoles solicitar a la Secretaria de Estado de Fomento, Adif y Renfe, que el servicio ferroviario se corte el menor tiempo posible mientras se realizan las obras de modernización. También se ha pedido la mejora del servicio de autobuses y que se concreten los plazos de la evolución de las obras.
El alcalde de Lorca Diego José Mateos también ha informado que se ha solicitado la presencia en Lorca de los técnicos de Adif para explicar los diferentes proyectos y poder presentar las alegaciones que fueran necesarias en su caso. El Consejo de Ministros autorizó este martes la licitación del tramo entre Lorca y Pulpí por un importe de 197 millones de euros.
Mateos ha dicho que la Mesa considera que esa interrupción del servicio ferroviario a partir del 1 de octubre es la “principal molestia” del proyecto y los integrantes de la misma han coincidido en mostrar su “disconformidad” con el cese del tráfico de trenes. Por eso la Mesa del Ferrocarril de Lorca pedirá al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a Adif y a Renfe “que estudie un corte de la línea por tramos” y que esas interrupciones del servicio ferroviario se acompasen al ritmo de las obras de forma “puntual y no permanente”.
El alcalde sostiene que “se dan las circunstancias necesarias para los cortes puntuales sin cerrar la línea completa” y así se reivindicará a los organismos competentes con el fin de que “se mantenga el tren de cercanías el máximo tiempo posible en servicio” y que el tráfico sea compatible con las obras.
Por su parte la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lorca ha mostrado su preocupación por el retraso en la redacción de algunos proyectos, especialmente el del soterramiento en el casco urbano, que tiene un plazo de 12 meses. El presidente de la federación, Pedro García, considera una temeridad, cortar la línea sin tener redactados los proyectos, por lo que calcula que las obras pueden durar unos 7 años.
