La red de atención primaria sigue a 26000 casos positivos y a decenas de miles de contactos estrechos. Eduardo Carrasco, vicepresidente de SEMERGEN, cree que falta planificación y diálogo para anticiparnos a la pandemia
PACO MARTÍNEZ.
Los centros de salud están completamente desbordados. La explosión de casos de COVID de las dos últimas semanas está generando una carga de trabajo enorme para tratar de hacer seguimiento a los casos confirmados y a sus contactos. Los profesionales, que empiezan a dar muestras de agotamiento, echan en falta una mejor planificación y, sobre todo, que las medidas de prevención se adopten con la antelación necesaria para no tener que ir constantemente por detrás del ritmo que va marcando el virus.
Hemos hablado esta tarde con Eduardo Carrasco, vicepresidente en Murcia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria. Nos ha contado que los profesionales trabajan siete días a la semana y el cansancio, físico, pero sobre todo psicológico, que acumulan, es enorme. El cansancio y la tensión se traslada también a las relaciones con los usuarios, a los que Carrasco pide paciencia y, sobre todo, respeto, porque médicos, enfermeros y auxiliares no tienen la culpa de que el sistema de salud no dé para más.
En la red de atención primaria ya han entendido que los recursos son limitados; que esto es "lo que hay" y que con esos medios tienen que hacer frente a la situación como mejor puedan. Es evidente que los refuerzos que se prometieron "no han llegado a tiempo", pero echan en falta además una mayor planificación, para no tener que ir siempre por detrás de la pandemia. En este sentido, Carrasco se queja de una falta de diálogo entre los responsables que están "en los despachos" y quienes se baten en el día a día de las trincheras. Si esa comunicación hubiera sido más fluida, probablemente antes de Navidad se hubieran tomado unas medidas que hubiera reducido el efecto de esta tercera ola.
