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Murcia es la comunidad con la tasa de víctimas de violencia de género más alta del país

Según el Observatorio contra la Violencia de Género, en la región se triplicó el número de víctimas que se negaron a declarar en el juicio contra su agresor lo que aumenta el riesgo de que el delito quede impune

14 JUN 2021 - 00:00
Actualizado:
14 JUN 2021 - 21:27
Cartel contra la violencia machista. EUROPA PRESS
Cartel contra la violencia machista. EUROPA PRESS
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Murcia es la comunidad con la tasa de víctimas de violencia de género más alta del país
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PACO MARTÍNEZ

Murcia es la región española con la tasa de víctimas de violencia de género más alta de todo el país. Según los datos del Observatorio del Consejo General del Poder Judicial, nuestra comunidad terminó el primer trimestre del año con casi 20 víctimas por cada diez mil mujeres, frente a una media nacional que está ligeramente por encima de 14.

Entre enero y marzo se observan otros dos fenómenos llamativos. El primero, el espectacular aumento del número de casos en los que la víctima decidió acogerse a la posibilidad de no declarar como testigo, que se ha multiplicado por más de 3 y ha pasado de los 60 casos de hace un año a 205. El segundo, que se han solicitado menos órdenes de alejamiento y se han rechazado más solicitudes en este sentido (casi un 50% más de medidas de protección denegadas). Casi el 98% de las denuncias resueltas por los juzgados de violencia contra la mujer terminaron con una sentencia condenatoria.

El profesor de Derecho Procesal de la Universidad de Murcia Julio Sigüenza explica que en la legislación española no hay una norma que obligue a las mujeres víctimas de violencia de género a prestar declaración contra su supuesto agresor, a pesar de que tanto el Consejo General del Poder Judicial como el Tribunal Supremo ya se han expresado en este sentido. El Supremo llegó a establecer en una sentencia que la presentación de una denuncia debía interpretarse como una renuncia implícita al derecho que acoge a cualquier persona a no declarar en contra de un familiar directo (de un marido, por ejemplo) en un proceso judicial. Pero ese criterio judicial no se ha convertido en ley, circunstancia que también entraña otro riesgo: el de criminalizar a las víctimas que se nieguen a declarar.

Desde el punto de vista procesal, el testimonio de la víctima es absolutamente esencial, y más en este tipo de casos en los que no suele haber otros testigos presenciales. Cuando la víctima no declara, el acusado tiene una probabilidad muy alta de ser absuelto por falta de pruebas. El asunto es realmente complejo. Por un lado, hay que tratar de que el esfuerzo que supone denunciar no caiga en saco roto; por otro, obligar a la denunciante a declarar, amenazándola con un castigo, puede criminalizar su comportamiento. Tampoco es una solución que la víctima se limite a ratificar durante el juicio los términos de su denuncia, porque el proceso tiene que permitir confrontar las dos versiones, para salvaguardar los derechos del acusado.

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