El escritor cartagenero presenta en Murcia su novela 'El italiano' y reflexiona sobre asuntos de actualidad como el Mar Menor, cuya situación explica como resultado de una mezcla de "ambición" y "estupidez"
ASR. Murcia.
El escritor cartagenero Arturo Pérez-Reverte ha presentado en Murcia su última novela 'El italiano', de la que habla como 'una historia de la Guerra Mundial con el Mediterráneo dentro'. El autor ha reflexionado ante los medios sobre cuestiones de actualidad como la pandemia, de la que ha dicho que demuestra que 'el mundo es un lugar incierto lleno de trampas peligrosas'. Y hasta ha hablado de la situación del Mar Menor como resultado de la mezcla letal de "ambición y estupidez del ser humano".
Pérez-Reverte participa en un ciclo sobre Literatura y Memoria y acerca de la Narrativa de la Guerra Civil organizado por la Fundación CajaMurcia. El escritor ha atendido a los medios y ha hablado de su última obra en la que una historia de amor sirve como artefacto narrativo para realizar un homenaje al Mediterráneo. También ha revelado que el argumento del que parte la novela bulle en su cabeza desde niño, porque fue una historia que le contó su padre al salir del cine.
Arturo Pérez-Reverte, a preguntas de los periodistas, ha ofrecido su punto de vista sobre asuntos de plena actualidad. Por ejemplo, sobre la situación del Mar Menor que interpreta como fruto de la mezcla de la ambición y la estupidez con la dejadez de las autoridades. Preguntado por su visión de lo que ha supuesto la pandemia, el escritor dice que es la prueba de lo vulnerables que somos y ha añadido que el bagaje cultural es una de las herramientas que puede ayudar a enfrentar este tipo de situaciones.
La vertiente de la creación literaria ha acaparado buena parte del tiempo de la conversación con los medios. El autor ha reflexionado sobre los mecanismos creativos y se ha declarado un escritor feliz. Ha dicho que todavía tiene murchas historias en la cabeza porque, entre otros motivos, no deja de leer, interesarse y aprender. Ha calculado —preguntado al respecto— que a sus casi 70 años le quedan al menos dos o tres novelas por escribir. Pérez Reverte dice que los escritores tienen fecha de caducidad y tiene la esperanza de darse cuenta de cuándo ha de parar. Su problema como creador no es el folio en blanco, sino que le falta tiempo para escribir todo lo que desearía. También se queja de lo duro que será decidir qué historia no ve la luz.
