Nos encontramos, de nuevo, ante una crisis ambiental que reaviva, una vez más, la bronca política sobre quién debe actuar, quién tiene competencias y qué conviene hacer
LETICIA GARCÍA. Murcia
Madrugada del 15 al 16 de agosto de 2021. Comienzan a acumularse peces muertos en algunas playas de la zona sur del Mar Menor.
Estamos, de nuevo, ante una crisis ambiental que reaviva, también de nuevo, la bronca política sobre quién debe actuar, quién tiene competencias, qué conviene hacer.
La laguna lleva muchas décadas de agresiones; desde la actividad minera, pasando por el boom turístico de los 70 y la urbanización descontrolada de La Manga. Pero se suman las consecuencias de la agricultura, de vertidos de abonos a base de nitratos que han dado el toque de gracia. Eutrofización es el nombre de la enfermedad que mata a este paciente, de nuevo en la UCI.
En los 90 proliferaron las desalobradoras privadas, que vertían salmuera con nitratos al mar Menor. Y la Guardia Civil ha ido descubriendo instalaciones y pozos que incumplían abiertamente las normas.
Año tras año, a pesar de las voces que avisaban, se forja en el verano de 2016 la sopa verde. Llega la eutrofización producida por el vertido de aguas y residuos urbanos y agrícolas, y la filtración del subsuelo hasta arriba de nitratos. Y los vecinos se echan a la calle.
El entonces presidente regional, Pedro Antonio Sánchez, prometía coordinación con el Estado y una recuperación rápida de la laguna. Es aquí cuando se crea el Comité de Asesoramiento del Mar Menor, foro que abandonarían años después hasta ocho expertos al considerarlo parcial.
A todos los males se le suma al Mar Menor la entrada de agua a través de ramblas. La DANA de septiembre de 2019 desembocaría en el peor episodio de anoxia hasta entonces conocido.
Pocos días después las playas se llenaban de peces moribundos en busca de oxígeno. Y la sociedad volvía a gritar en defensa del Mar Menor.
Al igual que hoy, venía a Murcia en ese momento la ministra.Era octubre de 2019 y hablaba Teresa Ribera de emergencia ambiental.
Se suceden las propuestas ninguna materializada, ninguna efectiva realmente. Se hablaba de colocación de filtros verdes, drenaje del acuífero, de cinturones protectores, de ramblas, de retirada de algas, de tanques de tormenta. Hasta de leyes protectoras.
En septiembre de 2019 el Gobierno central da luz verde al Plan de vertido Cero al Mar Menor . El Ministerio aprobaba una declaración de impacto ambiental para un paquete de medidas, 615 millones de euros.
Además, tras la derogación por parte del PP de la ley que protegía al mar Menor en 2001, no se aprobó otra hasta 2020 tras los devastadores efectos de la Dana. El ya entonces presidente Fernando López Miras aplaudía la aprobación de la Ley de protección integral de la laguna, el 22 de julio de 2020.
Hoy, 25 de agosto de 2021, seguimos hablando de peces muertos en el Mar Menor.
