Salud cuenta para el año que viene con un presupuestos de 2.168 millones de euros. Una cifra ficticia porque a final de cada ejercicio el gasto sanitario suele ser de hasta un 30 por ciento más
SONIA ILLÁN. Murcia
En la Región de Murcia faltan médicos de familia, pediatras y especialistas. La sanidad murciana no termina de remontar a pesar de que a lo largo de los años se ha ido incrementado el gasto sanitario por habitante. El Gobierno suele dedicar más de un tercio de su presupuesto a la sanidad, aunque el grueso se lo lleva el gasto de personal. Los profesionales y usuarios están saliendo a la calle todos los jueves para pedir más medios.
Salud cuenta para el año que viene con un presupuestos de 2.168 millones de euros. Una cifra ficticia porque a final de cada ejercicio el gasto sanitario suele ser de hasta un 30 por ciento más, según ha explicado Fernando Ignacio Sánchez, profesor del departamento de economia aplicada de la UMU.
Un presupuesto cuyo grueso, casi la mitad, suele ir destinado a pagar las nóminas pero también hay otros capítulos de gasto importantes como las compras cuya gestión se puede mejorar y también la asistencia de ciertos servicios.
Se necesita más dinero, mejor gestión y también más médicos. Según datos de 2018 del sindicato médico existe un déficit de 500 médicos en la Región: 250 en Primaria (150 Familia y 100 Pediatría) y 250 en las demás especialidades. Son datos de hace tres años pero desde el sindicato aseguran que la situación se ha agravado. Y eso se nota según el area de salud donde te atiendan.
En el area IV faltan médicos especialistas y hasta la propia consejería de Salud lo reconoce y hace semanas anunciaba un plan para incentivar la ocupación de determinadas plazas en zonas periféricas cuya negociación comienza en enero, según Soledad Guillén, médico de urgencia y presidenta de la Junta Comarcal del Colegio en el área IV.
Soledad participaba hoy frente al hospital del Noroeste en una de las muchas concentraciones que se han celebrado a lo largo de toda la Región. Gloria es una vecina de Caravaca cuya madre necesita atención en la unidad del dolor que ya no existe en el Noroeste. Le dicen que reclame para poder ser atendida en Murcia, a 73 km de su domicilio.
