Tras agotarse el plazo marcado por el Ministerio y no encontrar una venta, los técnicos procederán al sacrificio de las reses en un proceso que durará dos días. Los análisis no detectaron finalmente lengua azul
EVA CABALLERO
El puerto de Cartagena vivirá durante los dos próximos días el sacrificio de las 900 reses que llevan meses a bordo del buque libanés Karma Álula. Todo está listo para que los técnicos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación lleven a cabo el desalojo y ejecución del ganado tras no encontrar la naviera una venta para los animales rechazados en su día por Turquía.
Hasta el último momento el abogado de la naviera, Miguel Masáramos, ha intentado gestionar una salida para vender las reses y evitar su muerte pero el plazo que dio el Ministerio acabó a las 11 de la mañana de este lunes. Inspectores del Ministerio han montado una línea de matadero en el muelle de San Pedro para sacrificar los terneros; un proceso que podría prolongarse durante dos días. Todos los gastos se pasarán después a la naviera, responsable subsidiaria de los animales. Una empresa, experta en la gestión de residuos animales, será la que retire la reses muertas del puerto de Cartagena a bordo de camiones y se encargue de la incineración.
Desde que la semana pasada el barco regresara al puerto de Cartagena con las reses sin vender, el puerto está cerrado al tráfico de ganado, con las consiguientes pérdidas económicas. Aunque en un principio se habló de la presencia de lengua azul en los terneros transportados, motivo por el que habría rechazado Turquía la compra de los animales, ni los análisis del Ministerio ni los encargados por el propio barco han detectado la presencia de la enfermedad.
