Es una solución del ingeniero saharui Tateh Lehbib de la que ya se han construido 25 en los campamentos de Tinduf y que podrían llevarse también hasta Mauritania utilizando otros materiales como piedra o adobe
ANABEL ARAMENDÍA.Murcia
200 dólares, ese el coste de una vivienda sostenible en los campamentos de Tinduf construida con cinco mil botellas de plástico de un litro. La primera la diseñó y construyó para su abuela Tateh Lehbib, saharaui ingeniero en energías renovables y máster por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Después llegaron otras 25 más para los campamentos sahararuis sufragados por el Centro de Innovación de Ginebra para familas desfavorecidas.
Tateh Lehbib contaba en Murcia en el Tercer congreso Internacional sobre Arte y Diversidad que el 80 por ciento del material utilizado es reciclado. Lehbib es un saharaui de 31 años que abandonó Tinduf a los 11 años y que con formación de ingeniero vuelve a su país con el deseo de convertirlo en un lugar habitable. Unas inundaciones en los campamentos fue el motivo para intentar construir una casa habitable para su abuela. Y lo hizo tomando como base el proyecto de fin de máster que cursó en Canarias, con una beca Erasmus y que versaba sobre construcciones eficientes en zonas desérticas.
Este proyecto se ha extendido a Mauritania y ahora Lehbib quiere ampliarlo con otros materiales como la piedra o el adobe. Tateh Lehbib reconoce que mientras que el mundo se preocupa por el cambio climático y el reciclaje en Africa se enfrentan a la ausencia total de modos oficiales para reciclar por lo que las botellas de plástico acaban esparcidas por las calles y en los vertederos del desierto. Su mensaje en Murcia era muy claro y es que los refugiados también están preocupados por el medio ambiente y quieren poner su granito de arena.
