Juan José Cánovas, Tomás Baño y Diego José Mateos, de Totana, Librilla y Lorca, lamentan que nadie les pidiera opinión, prevén un aumento de tráfico o que se aplacen las obras hasta que haya una alternativa convincente
JAVI RAMÍREZ
Algunos de los alcaldes de los municipios afectados por el cierre de la línea C2 entre Murcia y Águilas, consideran que el servicio alternativo de autobuses propuesto por ADIF, no será suficiente para la alta demanda que tiene esa línea. Lamentan que nadie les haya pedido opinión y apuestan por el cierre de la línea por tramos.
Ni les gusta el servicio alternativo de autobuses, que consideran insuficiente para suplir el servicio ferroviario, ni les convencen las razones de ADIF para cerrar la línea al completo durante al menos tres años. Entre esas razones está que algunos de los tramos se licitarán con los fondos Next Generation, que tienen un plazo de ejecución más corto. Para el alcalde de Totana, Juan José Cánovas, no tiene ningún servicio el corte de la línea porque la mayoría de los tramos ya están licitados con los fondos feder que no caducan. No tiene sentido para Cánovas, entre otras cosas porque el servicio alternativo por autobús no será capaz de sustituir al tren, lo cual se traducirá en más tráfico, especialmente en el tramo hacia Lorca, en Murcia y, durante el verano en Águilas. En términos parecidos se manifiesta el alcalde de Librilla, Tomás Baño que pide que se retrasen las obras hasta encontrar una alternativa que evite dejar sin servicio ferroviario a los vecinos.
El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, tampoco renuncia a la posibilidad de que finalmente haya un acuerdo y se evite el corte de toda la línea, pero sobre todo critica la alternativa propuesta por ADIF. Cree que es muy escasa y ya ha pedido al gestor de infraestructuras una línea directa con Murcia, que se sumaría a las ya anunciadas. De momento, no ha recibido respuesta. De lo contrario, asegura, "estaremos empujando a los usuarios a coger su coche particular".
