El secretario general de FROET Manuel Pérezcarro, asegura que les es imposible planificar el regreso con carga, porque no pueden ajustar los tiempos. Pérezcarro asegura que los viajes a Reino Unido no son rentables
SUSANA AZPARREN. Murcia
No parece que vayan a terminar los atascos de los camioneros, entre ellos cientos de murcianos, en los accesos al puerto inglés de Dover en los próximos días de Semana Santa, según la patronal del transporte por carretera de la Región de Murcia FROET. A los problemas de personal de la naviera que enlaza el Reino Unido con el puerto de Calais hay que añadir ahora un ataque informático en los puestos de control de los camiones y la puesta en marcha de la llamada Operación Brock que da preferencia a los turismos para embarcar en los ferrys.
Son ya diez días de atascos kilométricos los que están soportando los transportistas de la Región de Murcia para poder volver a Francia y seguir ruta hacia España. La naviera P&O afronta problemas de personal desde el mes de marzo que ha llevado a prácticamente eliminar el tránsito de sus ferrys entre Francia y Reino Unido. Además, según el secretario general de la patronal del transporte por carretera de la Región de Murcia, Manuel Pérezcarro se ha producido un ataque informático en los servicios de control del puerto que retrasa todavía más el acceso de los camiones a los barcos.
Pérezcarro, admite que los viajes a Reino Unido están empezando a convertirse en un problema: desde el Brexit todo se ha vuelto más complicado y mucho menos rentable. Los británicos van a tener que plantearse en serio cómo resolver la situación porque de lo contrario más de un transportista se planteará en serio si merece la pena seguir viajando a Gran Bretaña.
Las empresas acumulan las pérdidas provocadas por el parón de sus camiones en los accesos al puerto, pero además, según Pérezcarro, les es imposible planificar el regreso con carga, porque no pueden ajustar los tiempos. Un parón que comienza a tener efectos en la región donde empiezan a faltar camiones. Lo que también está claro es que "las pérdidas que todas estas complicaciones generan acabarán pesando en el bolsillo de los consumidores británicos. Aquí además el riesgo de que un aumento de precios reste capacidad competitiva a los productos murcianos es relativamente pequeño, porque todos los países comunitarios se enfrenta a los mismos inconvenientes"
