Convocados por la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes (ATIM) familiares, políticos y ciudadanos recordaron a Younes Bilal, asesinado hace un año. Los insultos racistas de un viandante empañaron el acto
Representantes políticos coinciden en señalar el crimen de Younes Bilal como un hecho puntual. Amigos, familiares y ciudadanía en general han participado en una concentración en rechazo del racismo y por la tolerancia, cuando se cumple un año del asesinato ocurrido en Puerto de Mazarrón.
Sin embargo, un incidente enfadó a los asistentes, cuando un hombre se dirigió con insultos a las personas de la concentración, y tuvo que intervenir la policía local. Más tarde acudía, en prevención, una dotación de la Guardia Civil. Los concentrados se desahogaron a los gritos de ¡Basta, racismo! y ¡Todos somos Younes!, mientras que Jaime, tío del asesinado, y otros asistentes nos comentaban que la situación se repetía, y que lamentablemente en cualquier momento puede ocurrir otra agresión racista.
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Los insultos racistas de un viandante han empañado la concentración en memoria de Younes Bilal, asesinado hace un año en Puerto de Mazarrón. Ha intervenido @MazarronPolicia y ha acudido a vigilar una dotación de la Guardia Civil pic.twitter.com/Usqm2Zakay
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La denuncia del racismo llevó a participar en esta concentración a Serigne Mbayé Diouf, diputado en la Asamblea de Madrid por Unidas Podemos y secretario Antirracismo en la organización. Recordaba la necesidad de regularizar y no discriminar, porque los inmigrantes como él buscan la integración y el progreso del país.
Demostrar que todos juntos podemos trabajar por la tolerancia, con ese objetivo acudía a la concentración la directora general de Servicios Sociales, Lucía Hernández, que insistía en que el crimen de hace un año fue una cuestión aislada.
El alcalde de Mazarrón, el socialista Gaspar Miras, fue igualmente para acompañar a la familia y responder a la llamada de ATIM con voluntad de expresar el rechazo al racismo y reivindicar la diversidad como un valor, junto a la tolerancia, en este municipio. Lo ocurrido con Younes, insiste el alcalde, fue una excepción. Y la economía de Mazarrón no podría soportar la ausencia de la inmigración.
Yusef, amigo de Younes, llevaba un año sin pasar por el lugar en el que ocurrió el crimen. Continúa el dolor y la confianza en que la justicia sirva de ejemplo y freno ante la xenofobia.
Actualmente está a la espera de que se juzguen los hechos un exmilitar, Carlos Patricio, que el pasado mes de abril se declaró culpable del homicidio.
