La cita viene marcada por las fricciones entre los Gobiernos de Castilla-La Mancha y Murcia. Este último advierte de la previsible reducción de más del 20 % en los envíos del Tajo al Segura
El Consejo Nacional del Agua, que reunirá este martes en la sede del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico al Gobierno, comunidades autónomas y sectores afectados, debatirá sobre los planes hidrológicos de tercer ciclo (2022-2027), marcados por la reiterada controversia del trasvase del Tajo al Segura.
Con la vista puesta en la mitigación y adaptación al cambio climático, los nuevos planes hidrológicos encaran su recta final para su aprobación definitiva por el Consejo de Ministros previsiblemente antes de fin de año, con el objetivo de marcar la agenda hídrica de las demarcaciones del Júcar, Segura, Guadiana, Guadalquivir y Tajo para los próximos años.
La cita viene especialmente empañada por las reiteradas fricciones de gobiernos como el de la Región de Murcia y Castilla-La Mancha; el presidente murciano ha asegurado que la previsible reducción de más del 20 % en los envíos de agua al Segura que contempla el futuro Plan Hidrológico del Tajo es una decisión, a su juicio, sin rigor técnico además de "sectaria y política" del Gobierno central.
Por su parte, el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha advertido de que si el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) incumple sus compromisos sobre el caudal ecológico en el río Tajo, la comunidad autónoma pedirá que se ejecute en su integridad la sentencia del Tribunal Supremo que fija los caudales mínimos.
Los ecologistas ven insuficientes los caudales
Las organizaciones ecologistas votarán en contra del plan de cuenca del Tajo. El portavoz de Ecologistas en Acción, Santiago Martín Barajas, sostiene que los caudales ecológicos propuestos para el Tajo no sólo son claramente insuficientes sino que, además, el mecanismo que fija su progresivo incremento es completamente ilegal.
Santiago Martín Barajas explica que la Ley de Aguas determina que los caudales ecológicos son una restricción previa a cualquier otro uso, y es un cálculo técnico el que determina cuantos metros por segundo deben circular por el cauce del Tajo para garantizar su buen estado. Desde ese punto de vista, añade, no tiene ninguna lógica y va contra el espíritu de la ley que el Ministerio aplace varios años el momento el que se debe alcanzar el caudal ecológico establecido como ideal.
Tampoco gusta a las organizaciones ecologistas que la fijación del caudal ecológico del Tajo esté sujeta a la mejora de los sistemas de depuración de las aguas residuales de la comunidad de Madrid. Se sienta, dice Martín Barajas, un precedente gravísimo al vincular una cosa con otra porque abre la puerta a reducir caudales ecológicos en otras cuencas en función de la construcción o no de sistemas de depuración.
En opinión del coordinador del área de AGUA en Ecologistas en Acción la realidad impone la necesidad de plantear ya una fecha tope para la clausura del trasvase Tajo-Segura. Es mejor, dice, asumir ya que la disminución de lluvias que trae el cambio climático acabará por hacer imposible que la cabecera del Tajo siga manteniendo el regadío de Levante. Lo lógico sería iniciar un proceso paulatino de reconversión antes de que la naturaleza nos obligue a cambiar el modelo por la fuerza y sin transición.
