El investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y experto en mercados energéticos, Antonio Turiel, dice que está faltando el tipo de hidrocarburo más propicio para crear diésel
El investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y experto en mercados energéticos, Antonio Turiel, dice que el problema con el precio de los combustibles es más grave de lo que se está diciendo, es global y estructural y anuncia que nos enfrentamos a una crisis peor que la de los años 70.
Para el experto "hay que empezar a hablar de cómo repartimos el combustible que queda, lo peor empieza ahora", avisa, "este mismo verano", "en Europa especialmente, va a haber escasez de combustibles que llevarán al racionamiento", cuestión que ya se plantean países como Alemania o Italia. Turiel no cree que los carburantes alcancen los 3 euros litro, porque la recesión que viene hará bajar el mercado.
Advierte Turiel, que es un error hacer creer a la gente que esta situación es sostenible. Hace tres semanas la Agencia Internacional de la Energía advertía de que esta crisis energética además de afectar a tres tipos de combustible a la vez, el petróleo, el carbón y el gas, habrá problemas de suministro de combustible especialmente en Europa.
El problema de origen no es la guerra de Ucrania, aunque el conflicto haya agravado la situación. Lo que ocurre es que el petróleo de mayor calidad para producir diésel se está acabando y las petroleras no invierten en adaptar las refinerías porque ya no lo ven una inversión rentable. La producción, especialmente de gasoil, cae.
Esta crisis energética va a ser peor que la de los años 70. La escasez va a llevar al racionamiento, probablemente este mismo verano y en toda Europa. "Lo peor está a punto de llegar y no se está diciendo la verdad" señalaba Turiel.
La producción de petróleo está cayendo desde 2005 y las petroleras no invierten porque no lo ven rentable, no lo dicen para no perder activos en sus cotizaciones en bolsa. "Es un error gravísimo mirar a España, en el mundo es una situación generalizada", apuntaba el experto.
EL PRECIO DE LOS CARBURANTES VUELVE A SUPERAR LOS PRECIOS MÁXIMOS POR ENCIMA DE LOS 2 EUROS EL LITRO
El precio de los carburantes y vuelve a batir sus máximos históricos. La gasolina 95 se vende en España a una media de 2,141 euros el litro, y el gasóleo a 2,076 euros, según los datos difundidos este jueves por el Boletín Petrolero de la Unión Europea.
La gasolina se ha encarecido dos céntimos y el diésel siete. Estas subidas se 'comen' ya la totalidad de la bonificación de 20 céntimos para ambos combustibles, que entró en vigor el pasado 1 de abril.
Contando con esa subvención, el precio del litro de gasolina sería así ya casi 12 céntimos más caro que en la última semana de marzo (1,818 euros), antes de que se comenzará a aplicar el descuento, con lo que el encarecimiento registrado por este carburante desde entonces ha absorbido totalmente la ayuda.
En el caso del diésel, el precio medio del litro ha registrado un alza del 3,64% en la última semana, para superar por segunda semana consecutiva el listón de los dos euros (2,076 euros).
Así, al aplicar la rebaja de los 20 céntimos por litro, su importe sería unos tres céntimos superior al precio que marcaba a finales de marzo (1,837 euros por litro).
Con respecto a la misma semana de hace un año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 55,82%, mientras que en el caso del gasóleo es un 67,68% más caro, aunque sin tener en cuenta la bonificación vigente actualmente.
Con estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 se mantiene en España por encima de la media de la Unión Europea, situada en 2,036 euros el litro, así como de la zona euro, con un precio medio de 2,095 euros.
En el caso del diésel, el precio en España también es superior al de la media de la UE, que es de 2,031 euros, aunque está por debajo de la de la zona euro, con un precio de 2,08 euros.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese al IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.
