El joven fue corneado por un toro que fue devuelto a corrales y que, pese a estar atronado, embistió al hombre cuando entró a rematarlo
La Inspección de Trabajo abre una investigación por la muerte de un carnicero en la plaza de Toros de Murcia, que fallecía este lunes tras ser embestido por uno de los toros de la corrida celebrada esa la tarde, que fue devuelto a corrales. El toro, pese a ser apuntillado, embistió al carnicero cuando entró a clavarle la estocada definitiva.
Ya había terminado la primera de las corridas de la Feria de Toros de Septiembre en el coso de la Condomina, tras la lidia a seis astados de la ganadería de Daniel Ruiz, a cargo de El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavante.
Uno de los toros fue devuelto a corrales y como suele ser habitual, fue apuntillado al finalizar el espectáculo. Desde arriba, el operario de corrales remató con la garrocha al animal y este cayó al suelo. En ese momento, uno de los carniceros se dispuso a terminar de rematarlo con la puntilla. Entró a la corraleta, momento en el que el toro se levantó inesperadamente y corneó varias veces al joven. Aunque llegó con vida al hospital Reina Sofía falleció tras sufrir dos paradas cardiorrespiratorias.
Al parecer, el hombre no era un operario de la plaza ni trabajaba para la empresa que organiza los espectáculos, sino que desempeñaba labores para una compañía de carnicería subcontratada, según las mismas fuentes.
La empresa Toros Sureste, responsable de la plaza, ha emitido un comunicado en el que lamenta profundamente el fallecimiento del hombre tras el accidente sufrido anoche en los corrales de la plaza de toros y ha trasladado su "más sentido pésame" a su familia, compañeros de profesión y seres queridos.
Sandalio Tornero, empresario de la carnicería de Abarán que colabora con la feria taurina de Murcia, fue testigo directo de los hechos. En declaraciones a Onda Regional ha explicado que los hechos sucedieron en torno a las 11 de la noche. Relata que los operarios apuntillaron al toro y este se desplomó. Pero inesperadamente, ya en el burladero y cuando se disponían a rematarlo, el toro se giró, se levantó y lo cogió.
