El presidente de COAG en la Región de Murcia, José Miguel Marín, señala que el campo sigue sin poder repercutir en sus productos el incremento de costes provocado por la subida de la factura eléctrica o los combustibles
PACO MARTÍNEZ. Murcia
Agricultores y ganaderos están convencidos de que en ese aumento generalizado de los precios de la alimentación hay un fuerte componente especulativo, porque el campo sigue sin poder repercutir en sus productos el incremento de costes provocado por la subida de la factura eléctrica o de los combustibles.
El secretario general de COAG en la Región de Murcia, José Miguel Marín, dice que algunos productos como el cerdo o el brócoli han subido de precio pero que esas modificaciones no pueden justificar un aumento generalizado del coste de la alimentación como se observa en el índice adelantado del IPC. El problema, en opinión de Marín, sigue estando en los intermediarios a los que se han hartado de pedirles, por lo que se ve, con poco éxito, que hagan un esfuerzo de contención en sus márgenes de beneficios:
Las diferencias que los productores observan entre lo que ellos cobran por sus productos y el precio final de venta al público son realmente llamativas: hasta del 800%. Eso, dice Marín, no tiene justificación posible:
Y mientras, la herramienta que podría reequilibrar la situación, la Ley de la Cadena Alimentaria que permitiría a los agricultores repercutir los costes de producción en sus precios, sigue pendiente de aplicación. En la Región de Murcia, la Comunidad Autónoma trabaja en el diseño y puesta en marcha del Observatorio de Precios del que dependerá la fijación de tarifas de referencia. Hay voluntad de avanzar, asegura Marín, pero el proceso es extremadamente lento.
