Desde la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales tildan de fracaso la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital y lamentan que no se haya contado con ellos
ALBERTO SOLER. Murcia
La aplicación del Ingreso Mínimo Vital, teniendo en cuenta los datos oficiales de 2021, puede ser calificada como un fracaso, según los directores de Servicios Sociales, porque solo ha llegado a menos del diez por ciento de las personas en el umbral de la pobreza, tanto si miramos al conjunto del país, como si lo hacemos solo a la Región de Murcia.
El presidente de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez, se apoya en datos para hacer la afirmación. El Ingreso Mínimo Vital solo alcanzó a algo más del 9 por ciento de la población objetivo.
Además, Ramírez maneja otro dato que juzga preocupante: el Ministerio no ha gastado todo el dinero que tenía asignado a este menester. Por todas estas razones, tilda de fracaso la puesta en marcha del ingreso mínimo vital.
La cosa en Murcia, en cifras de conjunto, no está mejor, puesto que el Ingreso Mínimo Vital alcanzó en 2021 al 9,7% de su población objetivo. Sin embargo, es mucho más de lo que se había conseguido con la anterior Renta Mínima, a decir de José Manuel Ramírez.
A la hora de diagnosticar los motivos por los que –en su opinión– ha fracasado la implantación, el presidente de los Directores de Servicios Sociales señala que se pretende un control excesivo de este tipo de prestaciones. Además, se ha cargado los trámites con un exceso de burocracia.
Y el presidente de los Directores de Servicios Sociales añade que se ha desperdiciado la oportunidad de contar con los servicios sociales municipales, que habrían aportado mejoras a todo el nuevo sistema.
