Según un estudio en el que ha participado un grupo de investigación de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de Murcia
Mantener los índices de natalidad no es sólo una cuestión condicionada por la situación económica y social, también lo es por la calidad y la cantidad del esperma en los hombres. Un estudio internacional en el que ha participado un grupo de investigación de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de Murcia ha determinado que la concentración espermática ha caído más de un 50% entre los años 2011 y 2018.
Los hábitos de vida poco saludables como una mala dieta o la falta de ejercicio físico y la exposición a tóxicos y contaminantes como el consumo de tabaco o alcohol, son condicionantes que explican este decrecimiento según el profesor de Salud Pública de la Universidad de Murcia, Jaime Mendiola.
Casi más importante que los hábitos del individuo son los de la madre durante el embarazo, sobre todo la exposición prenatal del feto en el útero de la madre a esos contaminantes.
Entre un 5 y un 6% de los niños que nacen lo hacen tras recibir sus padres técnicas de reproducción asistida. En 4 de cada 10 casos, los problemas se encuentran en el hombre, por limitaciones hormonales o por la baja concentración de espermatozoides.
La concentración espermática es un biomarcador de la salud cada vez más consolidado en la salud global del varón, no sólo en el ámbito reproductivo. De hecho, hay una clara correlación entre poca concentración de esperma y mayor posibilidad de sufrir una enfermedad crónica, acabar en un hospital o incluso ver reducida la esperanza de vida, nos cuenta el profesor Mendiola.
