Las medidas del "escudo social" por la pandemia están siendo efectivas, según Cáritas, evitando el corte de suministros pero eso va a generar una deuda que muchas familias no van a poder pagar
ÁNGEL BOLUDA / Murcia
Cáritas Diocesana, la ONG de la Iglesia, está siendo testigo de cómo el encarecimiento del recibo de la luz está poniendo a prueba incluso los resortes del propio sistema de atención social. La deriva del precio de algunos suministros, como la factura de la luz, está haciendo que hasta las ayudas sociales se queden cortas. Las de vivienda que, con la Comunidad Autónoma, Cáritas está distribuyendo se están quedando cortas en cuantía. Estas otorgan doscientos euros a las familias para que puedan hacer frente al alquiler y a los suministros pero con el encarecimiento de la luz, en algunas ocasiones, solo este pago se lleva toda la ayuda. Juan Antonio Illán, secretario general de Cáritas en la Región de Murcia, cuenta a Onda Regional que "hemos estimado unas ayudas de máximo doscientos euros y estas ya no cubren el total de los gastos, esto lo estamos notando".
Ante esta situación la herramienta más eficaz sería el ingreso mínimo vital y este no está llegando a todos los beneficiarios que debiera, recuerda Illán. En Cáritas, ayudas a muchos ciudadanos a pedir esta ayuda y reconocen que su aplicación está dejando puntos muertos que afectan a dos colectivos: a las personas que comparten vivienda sin ser familia y también a aquellos que viven de alquiler y mantienen recibos de suministros a nombre del arrendador.
Juan Antonio Illán explica que "algunos suministros están puestos a nombre del arrendador, otras veces las tenencias jurídicas de los hogares no los lo suficientemente claras con terceros a los que no se les puede acreditar la situación de vulnerabilidad, ante estas cosas estamos buscando soluciones".
El próximo jueves, Cáritas presentará en Murcia el informe FOESSA que va a constatar la situación de vulnerabilidad que la pandemia y también el contexto económico están generando. Esto a pesar de que, Illán reconoce, las medidas contempladas en el 'escudo social' del gobierno central están funcionando. Este escudo permite no cortar suministros a familias que no pueden hacer frente al pago de estos pero esto tiene una "Cara B": no se cortan suministros pero esto genera una deuda a las familias que después no van a poder pagar, precisa Illán.
