Según un estudio del Centro de Políticas Económicas de ESADE, contribuiría a reducir la brecha salarial de las mujeres, reportaría ventajas económicas a la administración que se podrían invertir en mejoras en el sistema
ÁNGEL BOLUDA / Murcia
La jornada continua en los colegios supone una pérdida de ingresos para las familias que supera los 8.000 millones de euros al año en España, según un estudio que ha hecho el Centro de Políticas Económicas de ESADE. A esto habría que sumar el impacto de esto en términos de IRPF que superaría, según sus cálculos, los 1.200 millones.
El perjuicio, según este análisis, no acabaría ahí: la jornada intensiva supondría un aumento de la brecha de género ya que son las madres las que en más de la mitad de los casos asumen el tiempo de custodia de los menores fuera del centro y han de renunciar a parte de su jornada laboral. Ángel Martínez, analista en el Centro de Políticas Económicas de Esade, coatuor del estudio pone más cifras a este fenómeno, asegura que "vemos que tiene un efecto especialmente negativo entre las mujeres que pierden una media de 1.850 euros al año.
El estudio concluye que una jornada escolar partida no reporta una mejora en la calificación de los alumnos pero que sí acaba siendo beneficioso para ellos por el aumento del tiempo que permanecen en el centro educativo. De esto quienes más se beneficiarían, según entienden los precursores del estudio, serían los niños de familias con dificultades económicas. En este cambio de jornada por la partida tan solo perjudicaría a los docentes, según Martínez. "nos encontramos ante una situación en la que hay unos pocos ganadores y muchos perdedores, si reformamos esta situación los beneficios permitirían compensar a los docentes.
Este analista concluye que los 1.200 millones de euros que el estado podría acabar ingresando por IRPF de las familias de los menores, permitirían mejorar infraestructuras educativas, aumentar becas de comedor y también compensar a los docentes por el empeoramiento de sus condiciones laborales.
UN DEBATE CERRADO EN LA REGIÓN DE MURCIA
Este estudio aspira a reabrir un debate sobre la modalidad de jornada en los colegios que en nuestra comunidad está más o menos cerrado. Apenas cinco de los 700 centros educativos que hay en la Región tienen jornada de mañana y tarde, según fuentes de la Consejería de Educación.
Antonio Viñao en una imagen de archivo en el estudio Mariano Velázquez de Onda Regional. ORM
El ex catedrático de Teoría e Historia en Educación de la Universidad de Murcia ya jubilado, Antonio Viñao, dice que en el ámbito de la enseñanza no hay unanimidad sobre la conveniencia o no de la jornada continua. Este experto prefiere poner el foco sobre cómo se gestiona. Considera imprescindible la existencia de comedor en ambos casos, tanto para la jornada intensiva como para la partida. A pesar de este apunte reconoce que hay otros aspectos que influyen, cuando asegura que "depende de cómo se organiza, depende de la ratio de alumnos por aula, del nivel socioeconómico, del nivel de estudios de los padres, depende de tantos factores que no se puede decir de forma unívoca que aquí funciona mejor un sistema u otro".
Dice Viñao que la mayor crítica que ha recibido la jornada continua ha sido logística por el desperdicio que supone desaprovechar el recurso de los centros educativos durante la tarde. En este sentido pone el ejemplo de Italia: "se implantó el tempo piano con el que no se terminaba la estancia en el centro educativo a las 14:00h sino que los que querían podían seguir allí porque por la tarde había actividades de diversa índole".
