La ley permite hasta un máximo de 6.000 cerdos de cebo y 2.800 de hembras reproductoras en una sola explotación
M. ALEMÁN
La Región de Murcia no tiene previsto modificar la legislación para limitar las explotaciones intensivas de ganado. Castilla-La Mancha, Cataluña o Navarra son algunas de las regiones que sí han aprobado o preparan normas en ese sentido junto con el propio ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente considera "suficiente" la actual normativa ambiental y menciona en especial el real decreto de 2020 que ordena las granjas porcinas intensivas, la especie más común de la cabaña ganadera murciana con cerca de dos millones de cabezas, según cifras de la propia administración regional, tal y como ha explicado a Onda Regional Carlos Esparcia, responsable de ganadería en la organización agraria UPA Murcia.
El sistema de ganadería intensiva, mayoritario en la región, convive con pequeñas explotaciones en régimen de semiextensivo y muy pocas en ecológico. No hay una base territorial ligada a las cabañas ganaderas como ocurre con la dehesa extremeña o las grandes extensiones de pastos del norte del país.
Las principales organizaciones agrarias creen sin embargo que ambos modelos conviven sin problema y tienen claros los retos presentes y futuros, el mayor el cambio climático. La legislación permite en la Región hasta un máximo de 6.000 cerdos de cebo y 2.800 de hembras reproductoras en una sola explotación. El responsable de ganadería en COAG, Vicente Carrión, asegura que las explotaciones están adaptadas, no sólo a la ley, sino al territorio, y niega que puedan considerarse 'macrogranjas'.
El ministerio de Agricultura anunció en abril un decreto para limitar las granjas de vacuno en línea con la nueva política agraria común que favorecerá el modelo de explotación familiar y profesional. Desde UPA reconocen un interés creciente en ese tipo de negocio más pequeño con un mercado aún por desarrollarm pero advierten de que siguen siendo necesario sistemas más productivos para abastecer a la población.
Ejemplos hay del creciente interés por las pequeñas explotaciones familiares en la Región de Murcia. Susana Angosto es uno de ellos. Esta mujer ha convertido una antigua propiedad de su familia en Fuente Álamo en un negocio de huevos ecológicos con 360 gallinas felices. De momento y, un año después de su puesta en marcha, no da para vivir, pero Susana aspira a que las cosas vayan mejorando.
