Las asociaciones que ayudan a las personas enfermas de ludopatía afirman que no dan abasto y reclaman más sanidad pública. Jóvenes y adolescentes superan el 40 % de quienes están afectados por este tipo de adicción
ANA R. GÓMEZ. Murcia
Murcia es la segunda comunidad autónoma en la que más ha aumentado el número de personas que solicitan que se les prohiba acudir a una sala de apuestas, tanto física como online. Casi un 23 por ciento de incremento, y es una situación parecida a la que se registraba hace un año.
Después de las navidades, las asociaciones de ayuda están desbordadas y piden que la sanidad pública atienda a las personas que padecen ludopatía, según Manuel Hernández, portavoz de la asociación Nueva Esperanza.
Las pagas extraordinarias de fin de año son una tentación para quienes padecen ludopatía. Aumentan las recaídas, nos ha contado Manuel Hernández, y también las peticiones para autoprohibirse entrar a casas de juego. Pero si a la entrada no les piden una identificación, haber firmado no sirve de nada:
Además, para jugar online también hay trucos, como utilizar el DNI de otra persona. Así que en la Región de Murcia, donde hay tantos salones de juego, asociaciones como Nueva Esperanza no dan abasto. Actualmente, Manuel Hernández se encarga de recibir y coordinar, tarea que realiza por las tardes, cuando acaba su jornada laboral. Hay una psicóloga y una asistente social para atender a cinco grupos más numerosos casos individuales. Son enfermos cuya primera tarea es admitir que la ruta para la curación es lenta y dolorosa. Al menos año y medio para empezar a tener un control.
El Instituto de Secundaria José Planes, en Espinardo, lleva tres cursos practicando talleres y acciones contra la ludopatía entre jóvenes y adolescentes, aunque la pandemia ha limitado actividades como las visitas a familias.
Mercedes Escavy es la tutora e impulsora del programa ADICTLESCENTES. Considera que el panorama en la región de Murcia es triste, frustrante y preocupante. El Ministerio de Sanidad, con los últimos datos de 2020, reconocía un 44 por ciento de adictos jóvenes. Pero Murcia destaca aún más, al ser la primera en nuestro país respecto al número de casas de apuestas, una por poco más de cuatro mil habitantes, frente a una media nacional que triplica ese dato.
Una de las mayores preocupaciones se centra en que cada vez se normaliza más el comportamiento ludópata, y que los jóvenes apuestan con frecuencia y de modo habitual. La profesora Escavy lamenta que todavía no se haya aprobado una ley del juego regional y que en la calle se den circunstancias como, por ejemplo, que las restricciones de la pandemia no hayan afectado a los casinos:
